Visión financiera/Georgina Howard
Urge apoyar a la mujer rural en México
Desde los años 60 del siglo pasado empezó a hablarse con mayor intensidad de la feminización de la agricultura en México, hecho que en nuestros días es tan cierto, no sólo en lo interno sino a nivel mundial, que la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible promete no dejar a nadie atrás y pide ayudar a las mujeres rurales con apoyos e información, a fin de desarrollar su potencial sin que tengan que abandonar sus comunidades en donde son sustento, principalmente con el cultivo de los huertos familiares, de la autosuficiencia alimentaria de quienes las rodean.
El mensaje de la Organización de las NACIONES Unidades (ONU) fue con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales que se conmemora cada 15 de octubre, desde hace 8 años. Y toma en cuenta que en los países en desarrollo representan alrededor del 43 por ciento de la mano de obra agrícola con la que se producen, procesan y preparan gran parte de los alimentos disponibles, pues en ellas recae –dice la institución—la gran responsabilidad de la seguridad alimentaria. Teniendo en cuenta, agrega, que el 76 por ciento de la población que vive en la extrema pobreza se encuentra en zonas rurales, garantizar el acceso de las mujeres nativas a recursos agrícolas productivos las empodera y contribuye a reducir el hambre y la pobreza en el mundo.
Jalisco, que se ha convertido en el gigante agroalimentario de México es prueba de ello, ya que la aportación femenina –asegura Héctor Padilla Gutiérrez, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural (SEDER)—es una fuente relevante en la generación de riqueza, particularmente en esa entidad donde es la mujer del campo la que aporta más a la economía, concretamente, 6 mil 400 millones de pesos al Producto Interno Bruto (PIB) estatal, antes de Chihuahua con 4,400 millones de pesos y, por ende, con 2 mil millones de pesos más. A ello se deben los reconocimientos entregados el fin de semana pasado a impulsoras del desarrollo comunitario que incluye a la agricultura, el sector pecuario, a la acuacultura y a la agroindustria.
Pero lo importante es reconocer que no en todo el país es así, y, como dicen los que saben, las campesinas sólo sirven de escenografía en los actos políticos para simular que se lucha contra la pobreza cuando, ha empezado la época, únicamente se les usa electoralmente y pasada la fecha de la votación se vuelve a descubrir que sufren explotación y abandono.
El asunto no es menor si se considera que de casi 14 millones de ellas, sólo un millón cuenta con títulos ejidales y que por ese motivo se les aparta de las políticas públicas del gobierno federal. Recuerdo que la llamada de atención fue hecha a principios de año por la entonces senadora Mely Romero Celis, quien, el 6 de enero, propuso flexibilizar las Reglas de Operación con el objetivo de que obtengan apoyos sin tener que presentar hasta carta certificada de la propiedad; y que los grupos beneficiados con programas en todo el país estén integrados siempre por representantes de este sector; además de que haya una convocatoria de la SAGARPA –dependencia en la que Mely Romero se desempeña ahora como subsecretaria—para programas en beneficio de las mujeres, que se les dé, por ejemplo, semillas y fertilizantes, y no sufran más discriminación.
Es el caso de las mujeres inscritas en el Programa Prospera y que pierden el apoyo federal porque deben migrar en busca de ingresos superiores a los que les ofrece el gobierno para arraigarse a su tierra: cabe señalar que de un universo promedio de 3.5 millones de jornaleros agrícolas, alrededor de un millón son mujeres que se desplazan, con sus hijos, a distintos puntos de la República a trabajar de chile, tomate y frutas. Mencionar además que una buena parte se queda en sus lugares de origen, donde, sin marido porque por la migración debe asumir el rol de padre de familia, trabajar la tierra, cuidar a los hijos y también a los adultos mayores.
De acuerdo con una investigación de la Sagarpa, cuando en el México rural había 12.4 millones de mujeres –no hace mucho—en representación del 12.8 por ciento de la población Nacional y el 25.6 por ciento del total del país, su situación social, a pesar de ser más numerosas que los hombres, era y es más precaria y desventajosa, ya que cuentan con un capital humano, económico y material más limitado que repercute tanto en la cotidianidad de su vida familiar y doméstica.
La situación de marginación en que se encuentran las áreas rurales se refleja en el entorno comunitario, en las precarias condiciones de las viviendas, en el rezago social de gran parte de la población que habita en el campo, y en el limitado ingreso monetario de los hogares. En estas circunstancias, las mujeres rurales desde que son niñas hasta que llegan a edades avanzadas transitan por senderos que dificultan su desarrollo.
Sin embargo, la Sagarpa reconoce que dentro de estas circunstancias y limitaciones, la mujer rural ha jugado un papel destacado y creciente en el sostenimiento de los hogares, como proveedora de alimentos e ingresos y como prestadora de servicios para los miembros que integran su hogar.
Aunado a esto, Las crisis económicas y los programas de reajuste estructural han venido a afectar más la situación de la mujer rural. La migración de la fuerza de trabajo, particularmente masculina, ha contribuido al aumento del número de hogares con jefatura femenina ya que, aun cuando las mujeres siempre han participado en las tareas agropecuarias, actualmente las asuma por completo. De esta manera, muchas mujeres son las responsables de las labores agrícolas, la cría de ganado menor, la recolección de leña, el acarreo de agua, lavar la ropa, preparara los alimentos y, como ya se dijo, cuidar a los niños.
No obstante, resalta el estudio, la mayoría de estas mujeres no reciben remuneración por el trabajo que realizan. Incluso, el trabajo que reportan como actividad económica les genera pagos por debajo del estimado para los varones. Por ello se dice que las mujeres rurales son discriminadas en cuanto a los ingresos que perciben y sobreexplotadas en términos del tiempo y el trabajo que realizan.
DESDE EL CENTRO
Faltan pocos días para las elecciones en Estados Unidos, aquí, lo que el vox populi dice: una amarga eternidad…Asegura Yunes Linares que el exgobernador Javier Duarte Corral ya huyó de Veracruz…Campesinos e indígenas en la incertidumbre sobre si la Cámara de Diputados impedirá los recortes presupuestales propuestos por el Gobierno Federal…Crece la inseguridad en y alrededor de la Ciudad de México, pero Mancera dice que no se trata de delincuencia organizada. Hay que aumentar precauciones.