El presupuesto es un laberinto
Senadores presentan amparo, pero el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México va (Segunda parte)
Parece que nada podrá detener la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que desde finales del sexenio de Ernesto Zedillo se viene fraguando con mañas políticas, robos a las comunidades cercanas y con el augurio catastrófico de expertos en medio ambiente y desarrollo social.
Ya hubo intentos fallidos desde la presidencia de Vicente Fox, cuando se publicaron los decretos expropiatorios el primer año de su gobierno, pero que gracias al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) lograron revocarse, pagándolo cinco años más tarde con sangre (durante la gubernatura del Estado de México, del hoy presidente Enrique Peña Nieto) cuando sufrieron la más represiva e impune, como la recuerdan muchos mexiquenses, golpiza a manos de las fuerzas del orden de la región.
Ahora, Senadores de distintos grupos parlamentarios, encabezados por Víctor Hermosillo y Celada, recién han promovido un amparo indirecto ante el Juez de Distrito en el Estado de México con residencia en Nezahuacóyotl, por “las irregularidades y falta de transparencia” en torno a este megaproyecto, varias empresas ya se han visto beneficiadas –entre ellas, ICA y CEMEX–; es decir, el proyecto continúa, y es en favor del Grupo Atlacomulco, del que forma parte Alfredo del Mazo, tío del presidente Peña Nieto, y padre del candidato priista a la gubernatura del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza.
Este amparo indirecto, que firmaron 48 senadores en diciembre pasado, –texto que fue enviado a este espacio por el legislador Víctor Hermosillo– obedece a “la omisión sistémica de estudios y evaluaciones de obra pública en materia de impacto ambiental a flora, fauna, y riesgo de inundación, así como por posibles actos de corrupción por parte de las autoridades competentes”, según se lee en el comunicado que hicieron llegar a esta redacción.
Y porque el gobierno federal regaló, o donó como dicen ellos, 200 hectáreas al municipio de Chimalhuacán el año pasado, en beneficio de la organización Antorcha Campesina, la cual inmediatamente custodió el predio hasta con patrullas. Ahí se construirán, como se detalló en el texto anterior, un parque industrial, un campus universitario y uno deportivo, pero esto pone en alerta a la ciudadanía pues supuestamente esta área se destinaría a mitigar el impacto ambiental del NAICM. “Es un pago de favores del gobierno a organizaciones que en su momento actúan como golpeadores», dijo entonces el diputado perredista Francisco Álvarez Neri.
El senador Víctor Hermosillo, que es también integrante de la Comisión Especial para la atención y seguimiento a la construcción del NAICM, pidió a los coordinadores de los grupos parlamentarios que ya designen a los integrantes para la instalación de esta instancia legislativa, toda vez que a dos años y medio de su creación, ésta no ha sido instalada y hasta el momento sólo cuenta con 4 integrantes de 11.
Es sabido que el Instituto Politécnico Nacional (IPN) observa de cerca el cumplimiento en las normas ambientales del megaproyecto del NAICM, y la Semarnat, encabezada por Rafael Pacchiano, recién otorgó el Certificado Internacional de Calidad ISO-90001:2015, pero en diciembre pasado, un particular requirió información sobre el impacto ambiental y la dependencia resolvió que tras realizar una búsqueda en sus archivos, no localizó documento alguno que responda a la petición, ¿cómo es que se obtuvo, entonces, esta certificación?
Hace dos años, la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCSS) concluyó en un reporte que el NAICM debió “ser rechazado” debido a que “existen muchas incertidumbres sobre el proyecto que surgen de la omisión deliberada de información y que no permiten una evaluación correcta del posible impacto ambiental de la obra”. Entre los motivos destaca que se contempla la siembra de 264,534 individuos de especies exóticas invasoras como una de las principales medidas de compensación. Estas especies tienen efectos nocivos para la flora y la fauna nativa, ampliamente estudiados y documentados a nivel mundial. “Sería una actividad que traería gravísimos impactos ambientales a mediano y largo plazo para los ecosistemas del Valle de México”.
Asimismo, se pretende construir un desarrollo urbano de 180 mil personas, aproximadamente, en un área de zona de recarga de mantos acuíferos, en una zona arqueológica, en terrenos inundables y con riesgos previsibles de desastre por hundimiento e inundaciones, y esto se contrapone en todo sentido al Plan Regional de Desarrollo Urbano del Valle de Cuautitlán –Texcoco. El terreno donde se lleva a cabo esta obra, es de cuerpos de agua y zona inundable, no se sabe si la mitad o todo el terreno ya que el propio proyecto tiene incongruencias al respecto, que según se resolverá con la intervención de la Comisión Nacional del Agua, mediante “algunos proyectos que desvían los escurrimientos a zonas ajenas”.
El consumo de agua para el NAICM sería exagerado, por más que pretendan minimizarlo. Se calcula que los 18 mil trabajadores consuman 64 800 metros cúbicos al día, lo que en un año será 23.6 millones de metros cúbicos, lo cual resulta una presión enorme para el recurso hídrico de la región, zona que en la actualidad sufre por la falta de agua potable.
De las aves de la zona y las migratorias, ya mejor nos despedimos porque todo ahí corre el riesgo de desaparecer.
Otro problema que se está gestando son los residuos que generará el aeropuerto -incluso que ya genera—y que irán a parar al tiradero Neza III, el cual es el único del municipio y del que la autoridad, Bulfrano Martínez Soto, director de Servicios Públicos de la localidad, dijo que no cuenta con los recursos suficientes para soportar una carga mayor a 200 toneladas al día, que es la que ya se genera en la zona.
Sin duda que este es el sexenio de los megaproyectos, los “de muerte” como los califican indígenas y campesinos en resistencia, principalmente, porque arrasan con todo, menos con los intereses de inversionistas y del propio gobierno.
DESDE EL CENTRO
Quien sigue en la necedad y tal parece así seguirá, es el mandatario estadounidense, Donald Trump, a quien no le importa que científicos de todo el mundo le cuenten como a los niños de primaria, qué es y la razón del cambio climático. Esta semana enviará al Congreso su propuesta de presupuesto para 2018, en la cual destaca el recorte de 3 mil puestos de trabajo de la Agencia de Protección Medioambiental, que precisamente se encarga de implementar las políticas relacionadas con la lucha contra el cambio climático, tal vez era puro migrante el que ahí contrataban… Para recuperar la soberanía alimentaria en México, un grupo de intelectuales y artistas, encabezado por el oaxaqueño Francisco Toledo, enviaron una carta al Senado de la República, para que impidan la entrada de semillas y granos transgénicos, tras conocer la iniciativa del senador Armado Ríos Piter para que México deje de comprar 60% de los 12.5 millones de toneladas de grano de maíz que importa anualmente de Estados Unidos y que propone la importación de granos de otros países como Brasil, Argentina y Canadá… Otra contra el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), que tuvieron que salir corriendo cuando defendían el ejido “invadido” por Pinfra y Cipsa que construyen la Autopista Pirámides-Texcoco, denuncian que un grupo de personas llegaron disparando armas de fuego. Ellos dicen que fue el “cuerpo de ataque de las empresas invasoras”.