Angelita González, Editora y librera
Dos locos y el mundo
Donald Trump y Kim Jong-Un empeñados en desatar una guerra nuclear
Apenas en marzo pasado, el poderoso senador de los Estados Unidos, Jhon McCain se refirió en Bruselas al comportamiento “aberrante” de un “niño gordo”, conducta, dijo, que “no podemos considerar en absoluto racional o confiable”. El republicano se refirió así de Kim Jong-Un, el dictador de Corea del Norte, que, sin miedo, se ha enfrentado en los recientes días a otro irracional, el presidente del llamado imperio estadounidense, Donald Trump, quien determinó realizar sus mayores maniobras militares con su aliado Corea del Sur, lo que hizo reaccionar al otro con el lanzamiento de cuatro misiles balísticos el 6 de febrero y el vociferante reto de que si el empresario estadounidense metido a político quiere guerra, pues guerra tendrá. Y todo indica que el ambiente bélico va en aumento, pues hace unos días el propio Trump ordenó un ataque aéreo sobre Siria mientras saboreaba su postre durante la comida con el presidente de China, Xi Jinping, en respuesta, le dijo que ese gobierno del Medio Oriente había atacado con armas químicas a un pueblo de ese país. Una semana después mandó lanzar “la madre de todas las bombas” sobre Afganistán.
No hay duda, por lo anterior, de que tanto el de Corea del Norte como el de Estados Unidos compiten por demostrar quién es el que está más loco, sin importar que con ello existe el riesgo de que se desate la tan temida Tercera Guerra Mundial. Cuenta Sthepen Evans, de la BBC, que fuera de su país Kim Jong-Un es mostrado como un monstruo. O un bufón que envió a sus matones contra un peluquero londinense que se burló de su peinado. O un “playboy” rollizo con debilidad por el queso suizo, los autos rápidos y las mujeres. Pero dentro de su país, agrega Sthepen Evans, el norcoreano es un monarca, el líder supremo con aire de deidad.
Kim es el apellido del actual líder supremo de la República popular Democrática de Corea. Se calcula que ha de tener menos de 35 años. Es militar y político, heredó el poder de su padre –Kim Jong-il–, estudio en Suiza y domina varios idiomas. Su vida es un misterio, todo lo que de él se sabe es extraoficial. Lo cierto es que en 2013 le declaró la guerra a Corea del Sur, lo que hizo temer una lucha nuclear con la intervención de los Estados Unidos. Sin embargo, se ha dedicado más que nada a establecer una campaña de terror contra sus propios oficiales y ministros por considerarlos amenazas para el Estado. Busca la unificación de las dos Coreas, sólo que la del Norte tiene un régimen comunista y la del Sur es lo contrario. Una cuenta con el apoyo de China, la otra con el de Estados Unidos. Casi un dios para sus gobernados, a Kim se le describe desde fuera como un inexperto demasiado joven y poco sofisticado.
La agencia EFE señala que algunas de las cosas que se cuentan de él espantan a cualquiera, como la información –cita- de que Kim Jong-Un ejecutó a su tío y antiguo mentor arrojándolo desnudo a una jauría de perros hambrientos, porque se descubrió que había tenido un romance con la joven esposa del dirigente. No obstante, EFE sostiene que es difícil distinguir entre la ficción y la realidad, siendo Corea del Norte un país tan cerrado. Aclarado esto, El País relató que cuando su padre, Kim Jong-il, murió en 2011, el actual líder norcoreano organizó un gran funeral. Quería que todos despidieran al finado como lo merecía: con emoción y llanto. Así que ordenó un grupo de asistentes del gobierno enseñar a las personas a llorar y lagrimear en caso de que naturalmente no estuvieran tan emocionados por el fallecimiento de su líder. No todos lloraron a Kim Jong-il, sin embargo, un oficial de la Armada asistió a la ceremonia alcoholizado y Kim Jong-Un ordenó fusilarlo.
Claro que de su contraparte, Donald Trump, han trascendido al mundo actitudes reprobables como su odio a los migrantes, sobre todo mexicanos y musulmanes, a las mujeres, a Obama y a sus obras como presidente que lo antecedió; a la ciencia, al medio ambiente, al planeta y hasta sus posturas contrarias a las del Papa Francisco.
Con estos antecedentes de los dos mandatarios, Corea del Norte acaba de decir, o sea Kim Jong-Un, que, cito a AFP, está preparada para hundir un portaaviones estadounidense con el fin de demostrar su poderío militar, en momentos en que dos buques de la marina japonesa se unieron a un grupo de naves de Estados Unidos para realizar ejercicios militares –otros más— en el oeste del Pacífico. La misma fuente señala que el presidente Donald Trump ordenó al portaaviones USS Carl Vinson que navegue rumbo a las aguas de la península coreana en respuesta a la creciente tensión por las pruebas nucleares y de misiles de Corea del Norte –cabe señalar que lo de EEUU en Medio Oriente no fueron pruebas sino hechos consumados– y sus amenazas de atacar a Estados Unidos y a sus aliados.
Ojalá no se sepa qué tan peligroso es el arsenal de Corea del Norte, ya sea nuclear, químico, etcétera, pues se le considera el país más militarizado el mundo bajo el mando de un loco, así lo definió el senador republicano McEvan, citado al principio. De Estados Unidos sí sabemos mucho de su poderío y del riesgo de que al frente del gobierno esté otro loco llamado Donald Trump. Por lo pronto, apareció en Texas el clarividente Horacio Villegas quien, como se dice coloquialmente ya le ha atinado a varias acciones, como la llegada del multimillonario al poder y los ataques a Siria. Ahora sostiene que está muy cerca otra guerra mundial.
Hay nanita…
DESDE EL CENTRO
Ya lo habían dicho y ahora lo confirman: Donald Trump no está capacitado para ser presidente de los estadounidenses, aseguran psiquiatras reconocidos de ese país… Genaro Bautista, de AIPIN, nos informa desde Nueva York del pronunciamiento de los pueblos nativos en la ONU para poner un alto a la depredación provocada por los países industrializados contra el planeta. Esto fue durante la reunión preparatoria al 16o periodo de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas, donde las lideresas y líderes, demandan a los Estados, cambiar sus políticas de injerencia en territorios indios, ya que su avasallamiento pone en riesgo a las sociedades originarias y a la misma población mundial. Asimismo, los representantes de las siete regiones políticas del mundo piden a sus gobiernos el respeto a la Tierra y el Agua elementos fundamentales para la vida en el orbe. Insistieron en que la voracidad de las transnacionales que arrasan con bosques y explotación del suelo y subsuelo, tiene un riesgo latente para la subsistencia de siete mil quinientos millones de personas. Y manifestaron que esto es evidente con la escasez del agua y el derretimiento de los hielos del Ártico… De aquí y hasta el 2018, el PEJE volverá a sufrir no sólo lo duro, sino lo tupido en su contra para impedirle una vez más ganar los comicios presidenciales.