De norte a sur/Guillermo Correa Bárcenas

Salario inconstitucional

• Es factible el aumento al SM sin provocar una inflación
• Se violan derechos humanos de los trabajadores del campo y la ciudad
La semana pasada más de 80 organizaciones exigieron al gobierno un aumento al salario mínimo (SM) de al menos 14 pesos diarios, y es que con los 80.04 pesos que se perciben no se logra el costo de la canasta básica para una persona.

El salario que hoy se percibe es anticonstitucional, así lo demuestra el informe más reciente de la ONU (PNUD) sobre el Desarrollo Humano 2016 en México, pues los bajos salarios contribuyen a la reducción de los ingresos laborales del conjunto de los trabajadores del campo y de la ciudad, especialmente los más pobres y menos calificados. El informe de PNUD también muestra que el salario mínimo (SM) ha reducido su valor respecto al costo de los productos de la canasta alimentaria.

La organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza expuso que un incremento razonable al SM, por ejemplo a $89.35 al día, no tendría efecto inflacionario, además fortalecería la cohesión social. Pero mientras que en el mundo el SM se percibe como una herramienta política económica, el gobierno de México lo mantiene en un nivel insuficiente para adquirir una canasta básica, lo cual viola los Derechos Humanos de los mexicanos.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), destaca en un reciente análisis que el salario que hoy percibe una persona que realiza un trabajo personal y subordinado, conjuntamente con las medidas de protección social, no cumple con lo fundamental para asegurar una vida digna, que debe cubrir las necesidades de alimentación, vivienda adecuada con servicios indispensables, salud, el agua y el saneamiento, entre otras cosas.

El reporte de la CNDH Salario Mínimo y Derechos Humanos, destaca que “las cifras de pobreza en México, incluyendo la pobreza extrema, así como el número de trabajadoras y trabajadores, sean o no formales, cuyos ingresos no alcanzan a cubrir para sí ni para su familia las necesidades normales en el orden material, social, cultural y educativo, reflejan problemáticas que hacen necesario enfatizar que la suficiencia del salario mínimo general es un tema de derechos humanos, toda vez que un monto que no asegure la cobertura de los satisfactores más elementales para vivir dignamente impide la realización de diversos derechos básicos”.

El SM actual contribuye a la desigualdad entre trabajadores, priva de la protección a la niñez, a las personas con discapacidad y personas adultas mayores, además de que orilla a la población a ejercer el comercio informal.

El concepto de salario o ingreso mínimo de los trabajadores surgió en 1890, en Nueva Zelanda y Australia, motivado por la problemática padecida por los trabajadores, especialmente mujeres y jóvenes, cuya remuneración era tan baja que no les permitía lograr la autosuficiencia para ellos y sus familias, en México seguimos estancados en esta situación.

De acuerdo con el Artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el SM debe ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos. Pero a más de medio siglo de esta disposición no se ha cumplido con lo mínimo, lo cual es una burla más para la ciudadanía.

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, al primer trimestre del 2016, en el país había 3’875,098 trabajadoras y trabajadores subordinados y remunerados cuyos ingresos fueron de hasta un solo salario mínimo general o menos, es decir, esta población enfrenta dificultades para asumir los costos inherentes a la alimentación, educación, vivienda y cuidados de la salud, entre otros satisfactores necesarios para su bienestar.
Además de la insuficiencia económica, muchos carecen de los medios de protección social que pudieran complementar las necesidades básicas para su bienestar, basta mencionar que al primer trimestre de 2016, de acuerdo con la ENOE, el 45.7% de las y los trabajadores subordinados y remunerados no contaban con acceso a instituciones de salud, y el 36.44% de este sector tampoco gozaba de prestaciones laborales.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), hasta 2014 existían 55.3 millones de personas en situación de pobreza, de las cuales el 20.6% se encontraban en condiciones de pobreza extrema, los que perciben un ingreso tan bajo que, aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podría obtener los nutrientes necesarios para disfrutar de una vida sana y digna.
Las familias mexicanas están integradas en promedio por 3.8 miembros y muchas veces solamente uno de ellos es el que cuenta con un SM, ¿cómo hacen para sobrevivir? La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), en su informe más reciente sobre el panorama social en la región señala que en México, del 2010 al 2014, la disminución de los ingresos constituyó el principal factor de aumento de la pobreza y de acuerdo con la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el año 2013, México era el segundo país dentro de dicha Organización con el salario mínimo general más bajo.
Según el organismo Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, el SM puede incrementarse de manera gradual sin afectar la inflación. Asegura que la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI) no tiene coartada para fijar el SM únicamente usando el criterio de la inflación. “A partir de ahora el SM ya no se usará para fijar otras multas, precios, créditos o cualquier otro precio. Ahora corresponde definir conforme al mandato de la Ley. Y por ello, el monto de la línea de bienestar usado en la medición oficial de la pobreza es un umbral irreductible e ineludible”.
Coincide la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), que también propuso, la semana pasada, elevar el salario mínimo en 15.8%, asegurando que la medida no afectará a la inflación, que se ubica en su mayor nivel en más de ocho años, y ayudaría a recuperar parte del poder adquisitivo de los trabajadores.
A todo esto hay que sumar que el salario mínimo no se aumenta porque al único que dañaría sería al Partido Revolucionario Institucional que ha basado su dictadura perfecta, aunque digan que no, en la existencia de los pobres pues de lo contrario de qué manera manipularía el voto como lo ha hecho hasta ahora, a fin de conservarse en el poder.

Desde el centro

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