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CIUDAD DE MÉXICO, 23 de julio de 2016.- Los diputados Julio Saldaña Morán, Rafael Hernández Soriano y Fernando Rubio Quiroz demandaron que el sustituto de Enrique Ochoa Reza al frente de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) informe el porqué de un suministro eléctrico malo y caro.
De acuerdo con un comunicado, también pidieron que tanto el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) como el nuevo director de la CFE digan por qué la variación en la información que presenta cada una de sus dependencias, pues mientras la primera presenta aumentos en los números de quejas, la segunda asegura que su servicio es cada vez de mayor calidad.
En cualquier caso, Saldaña, Hernández y Rubio pidieron que ambas instituciones hagan del conocimiento público cuáles acciones aplicarán a favor de los consumidores en el futuro para que los pretendidos objetivos de la reforma energética en cuanto a servicio mejor y barato se cumplan.
Destacaron que cuando el PRI y sus aliados aprobaron la reforma energética dijeron que la CFE ofrecería un servicio eléctrico de mayor calidad a menor costo, lo que se reflejaría en reducción de tarifas para la industria, los comercios y los hogares del país.
Sin embargo, poco antes de que Ochoa Reza dejara la CFE para asumir la dirigencia del PRI, la empresa anunció a principios de julio que de inmediato aumentarían las tarifas entre dos y cinco por ciento para la industria, entre cinco y siete para el sector comercial y en 6.8 por ciento para el consumo doméstico.
El organismo adjudicó dicho encarecimiento a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la que a su vez utiliza los precios del combustóleo y del gas utilizados en sus termoeléctricas para calcular las tarifas eléctricas. Dichos combustibles aumentaron 8.4 por ciento y 18 por ciento, según CFE y SHCP.
Si se considera que la CFE genera sólo 76.4 por ciento del fluido eléctrico del total que distribuye y que de este porcentaje únicamente la tercera parte es por termoeléctricas de gas, combustóleo o ciclo combinado (es decir, por uso de esos combustibles con algún otro sistema), no se entiende por qué el costo de estos energéticos tuvo que impactar al resto de formas de generación, como las hidroeléctricas, carbo-eléctricas y eolo-eléctricas, por ejemplo.
En todo caso, tanto el encarecimiento de la electricidad como de los derivados del petróleo son ejemplos claros del fracaso de la reforma energética priista en cuanto a sus pretendidos objetivos de abaratar los energéticos para beneficiar a la población, apuntaron los diputados.
Para los perredistas, la respuesta está en la ineficiencia global de la empresa y los excesos de pago a sus funcionarios durante la gestión de Ochoa Reza, pues a pesar de que el organismo presume avances en los 24 indicadores que utiliza para medir su eficiencia global al grado de obtener casi 20 mil millones de pesos más en 2014 respecto a 2013, también gastó más de 27 mil millones en servicios personales, es decir mil 762 millones más respecto a 2013.
Por otra parte, mientras CFE presume que pierde menos energía y que tiene menos trabajadores, mejor calidad en facturación, mayor satisfacción del cliente y menos quejas por cada mil usuarios, la Profeco informó que esa empresa acumuló denuncias en 2013, 2014 y 2015 por 19 motivos, entre ellos cobro indebido, servicio deficiente y negativa de información al cliente.
Durante 2015 –apuntaron los legisladores-, la CFE tuvo 151 procedimientos por infracciones a la ley, por lo que la multaron en 248 ocasiones por un total de casi 12 millones de pesos.