Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
No es novedad que los gobiernos estadounidenses gustan intervenir en las elecciones de los países amigos apoyando a sus candidatos preferidos. Tampoco lo es que largamente han gustado injerirse en los asuntos internos de muchos países amigos y adversarios para defender sus propios intereses. Lo hicieron y lo continúan haciendo por diversos caminos. Muchos países latinoamericanos tienen amargas experiencias de esos procesos.
Los comentarios trascendidos como pertenecientes al presidente de los Estados Unidos Barak Obama sobre las autoridades israelíes, son usados por los adversarios de Netanyahu en búsqueda de votos a tan pocos días de las elecciones israelíes. En lo que va el día de hoy martes 15 de enero, no hubo un solo político de la oposición que no repitiera hasta el cansancio citas escogidas del artículo del influyente columnista norteamericano Jeffrey Goldberg reiterado por la prensa israelí.
En una campaña electoral aburrida y con escasos temas, poder usar supuestas declaraciones presidenciales del principal aliado de Israel, para demostrar la negatividad del candidato Netanyahu es “un bocatto di cardinali”, -un bocado de cardenales- como suelen expresar en Italia, entendiendo que es un manjar celestial para hambrientos que lo degustan hasta el hartazgo.
Según el periodista de Bloomberg, el presidente Barack Obama ha declarado repetidamente en conversaciones privadas que “Israel no conoce cuáles son sus propios intereses”. Frase citada en relación con los nuevos planes de construir viviendas en zonas aledañas a Jerusalén. Los políticos repitieron la frase hasta el cansancio para demostrar que si Obama no confía en Netanyahu, no hay razón lógica para que confíen en él los ciudadanos de su país. El primer ministro no conoce cuáles son sus propios intereses que sólo conocen el presidente estadounidense y su gente…
El contexto de las declaraciones del presidente estadounidense está situado en que después de la votación del 29 de noviembre del año pasado en la ONU consagrando a la Autoridad Palestina como un Estado no miembro y observador de la organización, Israel anunció que tenía planes de construir 3.000 viviendas en zonas que están más allá del límite anterior a la Guerra de los Seis Días. En su columna, el periodista sostiene que el presidente de EE.UU. ha dicho en privado que con los planes de nuevas poblaciones, Netanyahu está llevando a Israel a un casi total aislamiento. Argumento similar es usado por los adversarios israelíes del primer ministro.
Jeffrey Goldberg agregó que Obama, que mantiene una relación conflictiva con el primer ministro israelí, ni siquiera se molestó en enojarse y dijo a varias personas que este tipo de comportamiento de Netanyahu es lo que había llegado a esperar, y sugirió que se ha habituado a lo que él ve como “política contraproducente de su colega israelí”. ”En asuntos relacionados con los palestinos, el presidente parece ver al primer ministro como un político cobarde, en esencia un líder indiscutido que sin embargo no está dispuesto a liderar o gastar capital político para hacer avanzar la causa”, escribió Goldberg.
Paradojalmente Irán y otros países árabes han acusado de intromisión en sus asuntos internos a EE.UU. y denuncian constantemente las acciones en ese sentido del gobierno de Obama. En ello hay unanimidad de criterio entre los israelíes y los árabes.
Pero, en el caso de Benjamín Netanyahu, no hay duda que se lo tiene merecido. Netanyahu apostó todo su capital por el triunfo republicano y no ahorró ni disimuló ninguna de sus críticas al presidente demócrata. Era de esperarse que Obama quisiera cobrarse esa actitud de Netanyahu claramente también entrometida, que al fin y al cabo no tuvo ninguna consecuencia.
Pero, hay más.
Los matices de las últimas declaraciones de Netanyahu respecto a la amenaza nuclear iraní sugieren que ha tomado en cuenta los vientos que soplan en Washington, no sólo respecto a él en lo personal y lo político, sino a las relaciones entre las naciones en el segundo mandato de Obama. Netanyahu no habla ahora de atacar a Irán, pero, sí hace abierta referencia a los gastos que ha invertido para preparar al país para enfrentar la amenaza iraní con opciones ofensivas y defensivas, haciendo hincapié en que Israel está obligado a ser muy fuerte – ya sea para hacer frente a la amenaza nuclear iraní como la onda islamista extremista que azota al mundo árabe – o para hacer la paz.
Cuando, como Quadratín ya reportara, el saliente secretario de Defensa, León Panetta, y el presidente del Estado Mayor Conjunto de EE.UU. el general Martin Dempsey explicaron en una rueda de prensa conjunta en Washington que si Assad decidiera utilizar sus reservas de productos químicos, sería prácticamente imposible para la inteligencia de EE.UU. detectar con antelación su intento o detenerlo, le informa a Netanyahu, que ha quedado sin el apoyo militar estadounidense para evitar esa posibilidad. Sin embargo, en agosto pasado, el mismo Secretario Panetta y el ministro de defensa israelí Ehud Barak dijeron estar seguros de que si el líder iraní el ayatolá Ali Jamenei diera la orden de construir una bomba nuclear, “… nosotros lo sabremos, y usted y algunos otros servicios de inteligencia lo sabrán…”. Distintos expertos se preguntan, ¿cómo podrán enterarse en los EE.UU. cuándo Irán comienza a construir una bomba nuclear, si no pueden descubrir la posibilidad del uso de armas de destrucción masiva en la región de parte de un régimen debilitado por la guerra fratricida?
Ayer, lunes, David Albright, el fundador del Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional (Institute for Science and International Security, ISIS), y su actual presidente, un experto en proliferación nuclear presentó en Washington un informe de 154 páginas titulado “”Estrategia de No Proliferación Estadounidense para un Cambio en Medio Oriente”. En él expresa que Irán podría producir suficiente uranio altamente enriquecido para fabricar una o más bombas nucleares a mediados del 2014 y Estados Unidos y sus aliados deberían intensificar las sanciones sobre Teherán antes de que alcance este punto crítico. El presidente Barack Obama, por su parte, – dice el informe del ISIS-, debería declarar con claridad que Estados Unidos tomará medidas militares para impedir que Irán consiga un arma nuclear, agregó su informe.
Estas declaraciones contradicen el descarte total de una operación profiláctica de los Estados Unidos para evitar la posesión de Siria o de Irán de armas de destrucción masiva. Y no importa si la posesión o la capacidad de su uso sean una probabilidad o una realidad.
El miércoles, 9 de enero, el Financial Times informó que cinco toneladas de uranio enriquecido, suficientes para producir armas atómicas, habían desaparecido de Siria y podrían ya encontrarse en territorio iraní. Ese material se había acumulado para el reactor nuclear que el Doctor Bashar Assad estaba construyendo en Al-Kibar en el este de Siria antes de que fuera destruido por Israel en 2007.
Si, como parece, Netanyahu formará el próximo gobierno tras las elecciones del 22 de enero, la primera reunión con Obama se aguarda que tenga lugar en Washington a principios de marzo porque el primer ministro ha sido invitado por el Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel, cuya sigla es AIPAC -American Israel Public Affairs Committee-, ha invitado a Netanyahu para su conferencia anual que se celebrará entre el 3 y el 5 de marzo.
Queda por ver si la intromisión de Obama en la campaña electoral israelí es sólo un esfuerzo para debilitar a Netanyahu o anuncia un cambio de su política hacia Israel, sin importar quién será el ganador de las elecciones del próximo martes.
QMX/yb