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WASHINGTON, 13 de enero (Quadratín México).- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama planea presionar al Congreso para que trabaje en los próximos meses en una ambiciosa reforma del sistema de inmigración que resuelva el estatus de 11 millones de indocumentados en el país.
El periódico The New York Times, que citó como fuente a funcionarios de alto nivel del gobierno, indicó que Obama y demócratas en el Senado propondrán los cambios en un proyecto de ley integral.
Esta propuesta sería contraria, indicó el diario, a los esfuerzos de algunos republicanos que pretenden dividir la reforma de tal manera que trate por separado el tema de los jóvenes inmigrantes, de los trabajadores agrícolas migrantes y de los extranjeros altamente calificados.
El presidente y los demócratas también se oponen a las medidas que impiden que los inmigrantes logren obtener el estatus legal y puedan luego convertirse en ciudadanos estadounidenses, dijeron los funcionarios al diario neoyorquino.
Las fuentes aseguraron que aun cuando Obama se ha centrado en las negociaciones fiscales y el control de armas, la revisión al sistema de inmigración sigue siendo una prioridad para el presidente este año.
Funcionarios se han mantenido “silenciosamente trabajando en una propuesta amplia”, aseguraron.
Obama y los legisladores de ambos partidos creen que los primeros meses de su segundo mandato ofrecen las mejores perspectivas para la aprobación de leyes importantes sobre el tema, precisaron.
De acuerdo con las fuentes, se espera que Obama de a conocer su plan en las próximas semanas, tal vez en su discurso del Estado de la Unión a principios del próximo mes.
La Casa Blanca sostendrá que su propuesta para atender el problema de los inmigrantes indocumentados incluiría multas, el pago de impuestos atrasados y otras condiciones para los inmigrantes que obtendrían estatus legal, dijeron los funcionarios.
El plan del presidente también impondría verificación a nivel nacional del estatus legal para todos los trabajadores recién contratados, añadir visas para aliviar los retrasos y permitir que los inmigrantes altamente cualificados puedan quedarse.
Asimismo, plantearía crear algún tipo de programa de trabajadores invitados para traer inmigrantes en el futuro.
Un grupo bipartidista de senadores también se ha reunido para redactar un proyecto de ley integral, con el objetivo de introducir una legislación en marzo que se presente para su aprobación en el Senado antes de agosto.
Un intento similar de legislación bipartidista a principios del primer mandato de Obama se derrumbó en medio de las divisiones políticas impulsadas por la creciente ira pública sobre la inmigración indocumentada en muchas entidades.
Sin embargo, tanto los partidarios como los opositores dicen que ahora las condiciones son muy diferentes.
Los resultados de las elecciones de noviembre están todavía frescos. En los pasados comicios los hispanos, el sector de más rápido crecimiento electoral, votaron en 71 por ciento a favor de Obama.
El mandatario, que juramentará la próxima semana, reiteró en la víspera en su mensaje sabatino su intención de “componer” el sistema de inmigración, que es una prioridad junto con los temas de economía, energía y control de armas.
El diario The New York Times informó este domingo que Obama prevé presionar al Congreso a que actúe rápidamente en estos meses en una reforma ambiciosa que incluya el camino a la ciudadanía para la mayoría de los 11 millones de indocumentados en el país.
Las legislaciones que impulsan los republicanos de manera separada para lograr apoyo en su partido incluyen la legalización de jóvenes indocumentados, trabajadores migrantes y extranjeros altamente calificados.
“Aunque Obama se ha enfocado en las negociaciones fiscales y el control de armas, una reforma al sistema de inmigración se mantiene como una prioridad este año”, señalaron al diario fuentes de la Casa Blanca.
Entre tanto, líderes sociales denunciaron la semana pasada las políticas de deportación y la separación de familias tras la detención de la madre y el hermano de una joven activista, que luego fueron puestos en libertad.
La activista Erika Andiola, unas de las beneficiadas del programa de acción diferida a la suspensión de las deportaciones de jóvenes que llegaron de niños a Estados Unidos, urgió a Obama en una teleconferencia que “deje de separar familias”.
“No deberíamos poner todo nuestro esfuerzo en sólo proteger una familia cuando esto ocurre todos los días en el país”, denunció.
El Instituto de Políticas de Migración (MPI) indicó en un informe reciente que el gobierno de Estados Unidos gasta más en aplicar la ley de inmigración que en el presupuesto combinado de las principales agencias federales anticrimen.
Casi 187 mil millones de dólares se han erogado en la aplicación de la ley de inmigración en los pasados 26 años y casi 18 mil millones de dólares en el año fiscal 2012, 24 por ciento.
Esa cifra es superior al gasto colectivo de otras agencias como la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Administración Federal Antidrogas (DEA), indicó.
En el año fiscal 2012 el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) informó que deportó la cifra récord de casi 410 mil personas, de las cuales poco más de la mitad, el 55 por ciento, han sido condenadas por delitos graves o menores.
Para el próximo jueves, líderes empresariales, religiosos y activistas realizaran en Washington una rueda de prensa para urgir a Obama y al Congreso la aprobación este año de una reforma migratoria integral por razones económicas, morales y políticas.
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