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SAN JOSÉ, 3 de mayo (Quadratín México).- La Cumbre Washington-Sistema de la Integración Centroamericana (Sica) inició esta noche con la participación del mandatario estadounidense Barack Obama y todos los gobernantes del bloque regional, y aunque la reunión tenía agendada varios temas, terminó por centrarse en la lucha contra las drogas, ante lo cual el presidente de Estados Unidos declaró no tener ninguna intención ni ningún interés en militarizar el combate contra el narcotráfico.
“No tengo interés en militarizar la lucha al narcotráfico” dijo tajantemente Obama en una conferencia de prensa previa a su encuentro con los mandatarios de una región que ha sufrido decenas de miles de muertos por la violencia y estela de muerte que significa el tráfico de estupefacientes.
En este sentido, el mandatario estadounidense, recién llegado de una visita de un día a México, reconoció que su país también sufre los efectos destructivos de las drogas y sus comerciantes.
Dio como ejemplo “el sinnúmero de personas jóvenes, sobre todo, que mueren día con día en comunidades pobres iguales a las suyas, como es Chicago”.
Obama aseguró que Estados Unidos no es inmune a los efectos del narcotráfico y aceptó que su país es parcialmente responsable del bajo mundo de las drogas.
“Estados Unidos es uno de los mayores mercados de consumo de drogas”, admitió. “Se trata de trabajar con un enfoque regional. El gobierno estadounidense ha gastado durante los últimos años miles de millones de dólares para reducir la demanda de drogas”.
Pero el progreso es lento, lamentó.
“La seguridad será obviamente un tema importante de la conversación en San José y es cierto que los asuntos de seguridad son una gran preocupación tanto para los países de Centroamérica como para Estados Unidos”, enfatizó por su lado el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, a periodistas sobre el avión presidencial.
Los nueve jefes de Estado o gobierno compartían esta noche una cena de dos horas con agenda abierta, donde se evocaban además los temas de cooperación económica y especialmente las migraciones, asunto neurálgico para Centroamérica ya que cinco millones de sus ciudadanos habitan en Estados Unidos.
América Central es la zona sin conflicto bélico más violenta del planeta y por donde pasa el 90 por ciento de la cocaína de Colombia, Perú y Bolivia hacia Estados Unidos.
Obama se esforzó por dejar en claro que “es muy importante asegurarnos que nuestras relaciones regionales no de definan solamente por este problema. Yo no quiero que nos obsesionemos con los narcotraficantes”.
El SICA reúne a los siete países centroamericanos y República Dominicana.
Sobre el tema de migración, Obama reiteró su optimismo de que este año se logrará la aprobación de la reforma en este renglón.
El tema es importante, sino crucial, para toda Hispanoamérica, pero con gran razón para la región centroamericana, la cual depende de las remesas de sus ciudadanos en Estados Unidos.
Cientos de miles de centroamericanos mandan a sus países de origen unos 12 mil millones de dólares, equivalentes a 7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) regional.
Durante el encuentro también se abordará el tema comercial, ante lo cual los países de la región buscan fortalecer el intercambio en el marco del Tratado de Libre Comercio Centroamérica-Estados Unidos (CAFTA).
QMX/oab