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CIUDAD DE MÉXICO, 18 de octubre (Quadratín México).- La obesidad es un asesino silencioso que acecha al ser humano en todas las etapas de la vida, que además se ha convertido en la epidemia más extendida en todo el planeta y en la historia de la humanidad.
Por ello es importante que la vigilancia del peso corporal sea una tarea constante, ya que una persona puede volverse obesa sin darse cuenta, advierte el presidente del Colegio Mexicano de Bariatría, David Montalvo Castro.
El especialista en el control de peso, señala que una fluctuación de dos kilos respecto al peso ideal, es normal, pero no se debe dejar que poco a poco se acumule.
“La obesidad es la enfermedad caracterizada por el incremento del peso corporal hasta alcanzar un Índice de Masa Corporal de 30 o mayor1 a expensas de tejido adiposo”.
Esta información probablemente sea hoy de domino público, pero dice el doctor Montalvo Castro, que saber cuál es el origen de la obesidad será más fácil resolverla.
Explica que de acuerdo a su origen, existen dos clases de ésta: la endógena que se forma como consecuencia de otra enfermedad, generalmente por un mal funcionamiento de una glándula, y que al corregirse se tiende a la mejoría en el peso corporal.
La segunda es la exógena, la que se genera en una persona glandularmente sana y que es la más frecuente con una relación aproximada de 10 mil a una.
La obesidad exógena puede originarse en cualquier etapa de la vida, desde el nacimiento, cuando una mujer diabética se embaraza o cuando una embarazada desarrolla diabetes gestacional; en ambos casos se mantienen elevadas concentraciones de glucosa en su sangre.
El especialista en bariatría explica que el bebé nonato de una mujer embarazada diabética o una embarazada con diabetes gestacional, se nutre de la sangre que contiene altos niveles de azúcar.
Al nutrirse con esa sangre, el nonato subirá mucho de peso y aumentará su tamaño; a este tipo de bebés se les llama “macrosómicos” y por lo general nacen por cesárea, pues no caben por la vía natural.
Un niño macrosómico estará marcado de por vida con un riesgo elevado de permanecer obeso y de desarrollar diabetes mellitus a una edad temprana, refiere el experto.
En la edad escolar, continúa el Dr. Montalvo Castro, el niño interactúa más intensamente con sus compañeros y aprende que otros niños comen con estilos diferentes al de su familia y es frecuente que intercambie el lunch que lleva a la escuela.
También se expone a muchas horas de televisión, durante las cuales es bombardeado con anuncios de alimentos industrializados con alto contenido de carbohidratos y/o azúcar, cuyo consumo aunado a la poca actividad física pueden convertirlo en obeso.
Otra etapa en la que frecuentemente se “obesifican” las personas es en el adulto joven, después de los 24 años, cuando se incorpora a la vida laboral.
“Son muchos los pacientes que refieren haber sido deportistas al final de su adolescencia cuando comían mucho y de todo, y que al dejar el deporte por cambio en sus horarios y tipo de actividad, y seguir con sus hábitos alimenticios, engordaron.
Mucha comida con poca actividad física provoca un superávit de energía que se acumula en forma de grasa, asegura Montalvo Castro.
Después de los 40 años, en las mujeres con la llegada del climaterio y posteriormente de la menopausia, se manifiesta una ganancia importante de grasa y peso.
Lo que no sucede en algunos hombres y mujeres con puestos laborales de alto nivel, por la presión de saber que después de los 40 años ya no se contrata tan fácilmente a un empleado de alta jerarquía, se preocupan más por conservar una apariencia más juvenil y por tener un mayor nivel de energía, situación que contrasta con algunos empresarios y ejecutivos que cierran negocios en comidas acompañadas de licor.
El presidente del Colegio Mexicano de Bariatría A.C., explica que las personas de la tercera edad y en edad de retiro, fácilmente se obesifican por la falta de actividad física y los cambios en los hábitos alimenticios, ya sea porque los hijos se han independizado o por viudez, lo que les genera falta de interés en cocinar para dos o para una sola persona, o por el deterioro de la dentadura, la aparición de limitaciones en las funciones digestivas, entre otros.
Respecto a este grave problema que aqueja a la población mundial, Blanca Rubio, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, señala que urge modificar los hábitos nutricionales de la población y promover estilos saludables de vida, para prevenir la obesidad.
Ella considera que las carencias de amplios sectores de la población, les impiden acceder a alimentos nutritivos, mismos que desencadenan en el consumo de productos industrializados, ricos en conservadores, aditivos y sodio, que provocan esos males.
También influyen aquéllos con alto contenido de carbohidratos, presentes en harinas, y productos con azúcar, que llegan a ocasionar adicción.
Rubio refirió que el problema de la obesidad es complejo, pues se combina la disminución de la capacidad de compra de la sociedad marginal, con un modelo de consumo dirigido.
Se ha comprobado que la mayor parte de los apoyos que reciben las poblaciones más pobres del país, que deberían destinarse a la alimentación sana de los niños, son gastados en comida chatarra.
También refiere que comer un cereal en la mañana equivale, en términos de nutrientes, a ingerir un pan blanco con una taza de azúcar, más la leche. En términos reales, los menores consumen grandes cantidades de carbohidratos, lo que explicaría el incremento de la obesidad infantil.
Respecto al fracaso de los planes para reducir la obesidad, indica que los esfuerzos de las instituciones de salud pública son loables, sin embargo, implican nadar contra la corriente.
En general, estos programas consisten en recomendar una dieta saludable y en convencer de los beneficios que implica reducir de peso, pero no atacan la raíz del problema.
Blanca Rubio, la especialista del Instituto de Investigaciones Sociales, refiere que un elemento fundamental para resolver el problema de la obesidad es que desde la sociedad civil, se pugne por erradicar la venta de productos chatarra en las escuelas, y promover el consumo de lo sano.
En tanto, el presidente del Colegio Mexicano de Bariatría, David Montalvo recomienda importante acercarse al médico bariatra para asesorarse en la mejor forma de permanecer en un peso estable.
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