Recomienda IMSS disfrutar época decembrina sin descuidar la salud
Detalla que de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), nuestro país ocupa el cuarto lugar mundial con obesidad infantil, particularmente en pequeños de entre cinco y 17 años de edad, lo que implica que un niño de cada tres padece de obesidad y sobrepeso.
Asimismo, señala que con base en datos de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER) para 2017 los costos de salud generados por enfermedades asociadas al exceso de peso en México ascenderán a 150 mil millones de pesos.
Añade que el problema es mayor en la edad adulta ya que nuestro país ocupa el segundo lugar de la OCDE con esta prevalencia, sólo superado por Estados Unidos.
“Debido a que el problema de obesidad se duplicó en el mundo entre 1980 y 2010, está claro que las políticas públicas para contrarrestar sobrepeso y obesidad no han sido exitosas para detener y reducir el porcentaje de menores de edad con este padecimiento”.
Ello, menciona la investigación de la CESOP, se debe a que la población mexicana consume 163 litros de refresco al año.
Situación que está siendo considerada por la que la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la iniciativa América Latina y Caribe sin Hambre, para recomendar “estudiar la posibilidad de imponer impuestos para la comida chatarra y refrescos”.
El estudio realizado por el investigador del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, Juan Pablo Aguirre Quezada indica que los mexicanos en promedio gastaron más en alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar que en otro tipo de los consumidos al interior.
Además, en los hogares erogaron más en bebidas procesadas que en frutas, pescado o huevo, entre otros.
La investigación refiere que en las últimas décadas los mexicanos tuvieron un cambio en el consumo de alimentos, debido a la globalización y el comercio al permitir la entrada de las comidas rápidas al mercado con altos contenidos de sal, azúcares y grasas.
El documento revela que algunos países en vías de desarrollo, reportan tasas de sobrepeso mayores al cinco por ciento del total de la población menor de cinco años.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que “en 2030 morirán cerca de 23, 6 millones de personas por enfermedades cardiovasculares, sobre todo por cardiopatías y accidentes vasculares cerebrales”, indica la CESOP.
En el futuro será la principal causa de muerte, que afectará aún más a países de ingresos medios y bajos.
Con ello, la COFEMER asume que la obesidad y el sobrepeso tienen otro tipo de consecuencias, además de la situación de salud como son los altos costos que genera la atención médica, las pérdidas en horas laborales, pagos por incapacidad transitoria o permanente y pensiones por muertes prematuras, entre otras.
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