Jubileo 2025: Llevar esperanza a donde se ha perdido
Debió de surgir un mesiánico loco para que nos despertara de nuestro letargo y abulia. Debieron dispararse los precios de la canasta básica, producto del gasolinazo, para que reaccionáramos y exigiéramos a los gobernantes, de los tres niveles, mayor transparencia, austeridad y eficacia en sus funciones. Prácticamente tuvieron que escupirnos a la cara para llamar a la unidad nacional y reaccionar todos: unos con banderitas en sus muros de redes sociales, otros con razonamientos y análisis sobre la gravedad que vive el país y unos más promoviendo el boicot al consumo de productos y en tiendas de origen estadunidense.
Todo suma
Empero, la unidad de ahora por todos convocada no es en torno al jefe del Ejecutivo que debilitado cuenta apenas con el 12 por ciento de la aprobación de nosotros los ciudadanos y se muestra aún pasmado ante la afrenta. La unidad es en torno a la Nación, a los mexicanos y las instituciones que nos hemos dado, para defender la soberanía del país frente al fin del TLC del Norte, frente a la amenaza a nuestros connacionales (ilegales) de ser deportados masivamente, frente a la necesidad de que nos expliquen el porqué del boquetazo de más de 260 mil millones de pesos en los dineros recaudados y que fueron desviados a otros destinos no comprobables. Nos unimos porque deseamos dejarles a nuestros hijos y nietos un mejor país sin los enormes extremos de pobreza y opulencia, de desigualdad social, de corrupción e impunidad, de falta de empleos y estudios para nuestros jóvenes, de erradicación de la violencia y delincuencia, entre otros cientos de cosas que nos tienen hasta la madre.
De las diversas voces hasta ahora escuchadas y que coinciden en que el gobierno federal no tiene un plan, una estrategia clara para enfrentar la gravedad de la situación me quedo con las palabras más sensatas y lúcidas, que son las de los académicos, y por supuesto de los de mi alma mater, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así que replico lo dicho por investigadores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, a la que sirvo con mucho orgullo.
Van pues:
Para hacer frente al nuevo gobierno de Estados Unidos, México debe diseñar una estrategia multidimensional, comprensiva, inteligente y audaz que marque prioridades, señalaron académicos de la Facultad.
José Luis Valdés Ugalde, José Luis Orozco Alcántar y Mariana Aparicio Ramírez insistieron en que nuestro país debe plantearse un camino hacia la diversificación de mercados.
Valdés Ugalde apuntó que no existe la certeza de cuáles son los puntos concretos de la agenda bilateral y, pese a ello, el presidente de México pide unidad nacional a una sociedad golpeada por una serie de inequidades e injusticias, errores históricos del Estado, que exige una explicación clara de la hoja de ruta. “El gobierno mexicano no nos ha propuesto un plan comprensivo de acción frente a Donald Trump”.
Explicó que nos encontramos en un parte aguas, pues probablemente tengamos una variación importante en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). “Habrá que esperar una definición de la agenda entre ambos mandatarios”.
Asimismo, consideró que debería haber un plan B respecto a la negociación del TLCAN, toda vez que el flujo de comercio con Estados Unidos no desaparecerá de la noche a la mañana. Puede recurrirse a instancias importantes para detener algunos de los temas estadounidenses, pero también avanzar en otros de México, indicó.
En el auditorio Pablo González Casanova de la FCPyS, Valdés Ugalde comentó que el proyecto del presidente estadounidense es aislar a su país, “de alguna manera tiene un plan proteccionista y aislacionista de la otredad, que se percibe en todas las decisiones que está tomando en su relación con otras civilizaciones, religiones, sociedades y creencias. Sus decisiones son una bomba de tiempo”.
En tanto, Aparicio Ramírez opinó que estamos ante un proteccionismo selectivo de Trump, es decir, comprar y contratar para Estados Unidos, lo que implicaría dos escenarios en términos comerciales para México: una estrategia impositiva y la renuncia de acuerdos comerciales de corte bilateral, situación que significaría en el corto plazo un enfriamiento de las relaciones entre ambas naciones.
Estamos en un momento en el que se deben redefinir los intereses nacionales y determinar cómo restablecer esta relación para que nos pudiera proyectar hacia futuro.
“Si México renuncia o no al TLCAN, si ratifica o no el Tratado de Asociación Transpacífico (TTP), puede ser un buen incentivo la iniciativa de integración Alianza del Pacifico. Habría que pensar en la necesidad de una estrategia política interna que incorpore el trabajo con valor agregado respecto a los planteamientos de Trump sobre la renuncia al TLCAN”.
Por su parte, Orozco Alcántar señaló que la llegada de Trump no es una sorpresa histórica, “no viene de la nada, no surgió por un engaño al pueblo estadounidense; es, indiscutiblemente, un personaje norteamericano”.
Tras cuestionar cómo hacer en nuestro país una sociedad más igualitaria, más allá de la defensa de un presidente (el de México) que ha optado por tratar en silencio asuntos de verdadera importancia, como el muro, indicó que estos asuntos se tratan por ‘gente que sabe’, “los demás no sabemos, mientras tanto, tenemos que proteger al presidente, que nos dará ‘un montón de cosas’ si lo dejamos tranquilo”. Fin del comunicado de prensa.
Y digo yo para finalizar que con o sin TLC deben diversificarse los mercados exteriores y fortalecerse la economía interna: Con o sin muro deben crearse empleos permanentes y suficientes, empezando por impulsar al agro. Con o sin el trumpetas debemos ser una Nación productiva y apta para la autosuficiencia. Con o sin amenaza debemos hacer frente al desafío y prepararnos para el incierto futuro…por nuestros hijos, por nuestros nietos.