
Visión financiera
Pírrica victoria del PRI deja dudas.
Concluyó una parte del proceso electoral en los estados de México, Nayarit y Coahuila para renovar la gubernaturas, un largo sábado de expectativa por los resultados luego de unas campañas plagadas de irregularidades. Y cuyo clímax fue en el Estado de México con los cuantiosos recursos, dineros y presencias de personeros del gobierno federal para apuntalar al primazo Alfredo Del Mazo.
Una campaña –en territorio mexiquense– que muchos se dieron en llamar de Estado, pero que de alguna u otra manera fue permitida por los mismos tribunales e instancias electorales que hicieron caso omiso de la grosera y apabullante presencia de Enrique Peña Nieto y demás integrantes de su gabinete y la cascada de recursos económicos para la obtención y compra de votos.
La poderosa maquinaria del PRI a todo vapor con su estructura territorial, sus votos duros y corporativos y sus operadores al mil por ciento, trabajaron arduamente en la inducción y adquisición de votos. Lo lograron, pero muy cerca estuvieron de perder e incluso por mucho tiempo estuvieron abajo en el marcador, hasta que en el primer cruce y definitivo se fueron arriba, no sin despertar muchas suspicacias.
Aun así, al término del conteo y las estadísticas dadas a conocer por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) –que para muchos observadores tuvo una actitud grosera y dudosa al anunciar, en conferencia de prensa, una leve ventaja de Del Mazo sobre Gómez, y crear confusión, pues las cifras se contraponían con las del PREP– la diferencia porcentual de 2.9. fue para Del Mazo.
Para muchos, el PRI ganó pero perdió pues pese a toda la maniobra apenas y pudo triunfar y eso lo coloca en una situación muy complicada con miras al 2018, cuándo los recursos de los que hizo gala en ésta ocasión, tanto federales como estatales, no le alcanzarán para cubrir todo el país, al menos que teja una serie de alianzas muy sólidas con Acción Nacional y el resucitado Partido de la Revolución Democrática.
También hay quienes señalan que Morena perdió pero ganó, pues se enfrentó contra uno de los virreyes de la familia Del Mazo –el tercero que ocupará la silla mexiquense–, y la humilde profesora Delfina Gómez logró hacer una gran campaña, apoyada en todo momento por el líder morenazo, Andrés Manuel López Obrador, y encumbrarse a niveles insospechados, tan así que desbancó al PAN y peleó palmo a palmo contra el priísta. Morena ganó también al perder, pues tomar las riendas del estado de México como se encuentra ahora, con altos niveles de delincuencia, violencia y pobreza, hubiera sido una ruda prueba para Delfina y su equipo. Quedaría marcada para el 2018 en caso de fracasar en una tierra dominada por caciques varios.
Veremos si AMLO no desaprovecha éste capital político y opta por el camino de la institucionalidad, y en el mayor de los casos judicializar el proceso de revisión y limpieza de las elecciones, en vez de tomar las calles. Podría asegurar que no y agotará todo le legalmente posible por hacer y preparará armas, estrategias y alianzas para enfrentar el 2018 con una enorme fuerza, que de aliarse con el PRD será muy poderosa.
Vendrán pues largos y complicados días de conflicto post electoral, que confió vayan por el camino de los tribunales y estos actúen imparcial y autónomamente como los árbitros que deben dar salida y solución al conflicto. Por lo pronto AMLO ya anunció que va por el voto por voto, casilla por casilla y acta por acta. Veremos si se radicaliza y pierde o se muestra institucional y gana más con miras a la elección presidencial.
Muchas las enseñanzas del reciente proceso como fue el llamado voto estratégico por parte del PRI. Muchos de los partidarios panistas observaron la estrepitosa caída de su candidata Josefina Vázquez Mota y decidieron darle el voto a los priístas con tal de detener a Morena. Y así como dice acertadamente la doctora en Ciencia Política Marcela Bravo Ahuja: “lo que pintaba como todos contra el PRI, terminó siendo todos contra Morena”.
Sobre la caída de Vázquez Mota, los estudiosos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM señalan que el partido azul y blanco nunc a ha sido competitivo en el estado de México a nivel gubernatura, además de que la dirigencia estatal de Acción Nacional se hizo a un lado y la dejó sola. Amén de la falta de propuesta y la ruptura al interior del PAN, y su poco carisma.
Un dato interesante indica que si bien la participación ciudadana fue muy baja, pues sólo voto el 52 por ciento del electorado, y de dicho porcentaje Del Mazo obtuvo un 33 por ciento y Gómez un 31 por ciento, resulta que donde se ha incrementado la violencia hay mayor número de votos para Morena, dado el descontento que hay contra las administraciones priístas. La poca participación de los ciudadanos en las urnas puede explicarse por la falta de una cultura política-democrática, derivada de la enorme desigualdad que prevalece en aquella entidad que asoma en un sinfín de carencias.
Hoy toca a los tribunales y autoridades electorales limpiar las elecciones no sólo del estado de México, sino también de Coahuila, atrás sus actitudes omisas, grises y confusas.