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CIUDAD DE MÉXICO, 10 de septiembre de 2019.- De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio se define como un acto deliberadamente iniciado y realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace fatal.
De acuerdo a un comunicado, este problema es multifactorial, que resulta de una compleja interacción de factores biológicos, genéticos, psicológicos, sociológicos y ambientales; sin embargo, la OMS señala que la prevención y el tratamiento adecuado de la depresión, abuso de alcohol y otras sustancias, así como de quienes han intentado suicidarse, permite la reducción de las tasas de suicidio.
Ante este panorama el Programa Sectorial de Salud incorpora como una prioridad la atención de la salud mental, por lo cual la Secretaría de Salud, siguiendo los lineamientos de la OMS, ha desarrollado una serie de acciones para atender este creciente problema de salud.
Actualmente la Comisión Nacional de Protección Social en Salud a través del Seguro Popular cubre las principales patologías mentales, garantizando con ello una oportuna atención de los pacientes.
Aunado a ello, los Servicios de Salud Mental impulsan el desarrollo de mecanismos de detección y prevención de los trastornos mentales, entre ellos el suicidio.
Entre las acciones específicas destacan campañas informativas, instalación de módulos de orientación en las unidades de atención médica de primer y segundo nivel, capacitación a médicos de primer nivel en el abordaje de los aspectos relacionados al suicidio y brinda apoyo a centros pilotos de atención de urgencias para pacientes con riesgo suicida.
Asimismo, se mantiene una estrecha coordinación con instituciones estatales y de la sociedad civil como LOCATEL, SALME de Intervención en Crisis del Instituto Jalisciense de Salud Mental, Acercatel de la organización Casa Alianza, de la organización Salvemos una Vida en Yucatán y CONADIC.