Contexto
Hoy libertad de expresión… Mañana, la mañanera
El derecho de libertad de expresión no sólo protege al periodismo o al derecho de informar, incluye el ejercicio de la libertad de expresión pública, de reunión, incluso con fines de protesta.
Cada 7 de junio, desde 1951, se celebra en México el Día de la Libertad de Expresión, fecha en la que, durante décadas, se entregó el Premio Nacional de Periodismo.
Este martes festejamos el día de la Libertad de Expresión, mañana en la mañanera se calumniará, insultará y difamara a algún medio o periodista en un afán infructuoso de desmentir la realidad en la tradicional sección de los miércoles “quien es quien en las mentiras”.
Y mientras, más periodistas y medios son atacados y amenazados en todo el territorio nacional por el crimen organizado y el poder público con total impunidad e incluso con el beneplácito del gobierno en sus tres niveles, federal, estatal y municipal.
El año pasado se conmemoró este 7 de junio la libertad de expresión, y dos semanas después se instauró en Palacio Nacional el “Quien es quien en las mentiras” de la semana, para lanzar acusaciones, difamar y desmentir a medios de información, reporteros y periodistas nacionales y extranjeros.
Y también hubo un premio, el galardonado fue Raymundo Riva Palacio, por difundir el mayor número de imprecisiones periodísticas en la semana, y se le acusó, junto a Héctor de Mauleón, de ser parte de una campaña para acusar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador de espionaje a columnistas y reporteros.
Desde su llegada a Palacio Nacional el presidente usa el púlpito de las mañaneras para insultar a la prensa, acusar a medios y periodistas de corruptos, vendidos a sus opositores, mentirosos, y los desmiente con más mentiras, de las que por cierto lleva casi 80 mil en tres años, según cifras de SPIN Taller de Comunicación Política.
López Obrador utiliza como frente de ataque a los medios a una ingenua joven poblana, Ana Elizabeth García Vilchis, directora de Redes de la Coordinación General de Comunicación Social y Vocería de Presidencia, cuya única experiencia en medios fue ser encargada de las redes de La Jornada de Oriente.
Lejos de desmentir la encargada de quien es quien en las mentiras demuestra cada miércoles su incapacidad, ignorancia y gran lealtad al presidente y al vocero presidencial, Jesús Ramírez, aún a costa de hacer el ridículo.
“No es falso pero se exagera… no es falso pero no es verdadero…” son frases que le han ganado la burla en redes sociales y el menosprecio a sus comentarios en los medios.
“Pues no sabrá leer la señorita de la sección, pero la señorita no dice mentiras, no es mentirosa”, es la defensa más robusta que ha hecho el presidente de García Vilchis, quien ya tiene en su contra varias demandas civiles y penales de periodistas y medios por difamación.
Esas son sólo anécdotas en un país calificado como el más peligroso para ejercer el periodismo en una nación sin guerra. Los dichos de la joven funcionaria son lo menos preocupante en cuanto a las garantías para la libertad de expresión y ejercicio del periodismo en México.
Al menos ocho periodistas han sido asesinados este año, muchos detenidos y ningún culpable por esos hechos; ni siquiera existe el reconocimiento oficial de que la labor informativa está bajo ataque, el presidente minimiza los hechos, los ignora y trata de tapar con más mentiras sobre la seguridad y protección a periodistas, renglón seriamente menguado con la desaparición de fideicomisos.
La organización Articulo 19 en su informe “Negación”, vitupereado y ninguneado por López Obrador, aseguró que en los tres años de su gobierno han sido asesinados más de 30 periodistas y se han registrado mil 945 ataques violentos contra la miembros de la prensa.
Como comparativo, el gobierno de Enrique Peña Nieto registró en el mismo periodo 15 asesinatos contra periodistas en posible vínculo con su labor y mil 53 ataques, según ese informe.
El año pasado en México fueron asesinados siete asesinatos y se denunciaron un total de 644 ataques contra la prensa vinculados al ejercicio periodístico, lo que resulta en promedio en una persona periodista agredida por su labor cada 14 horas.
Héctor de Mauleón narra en El Universal el infierno que vive una de esas víctimas, Juan de Dios García Davish, un periodista con 30 años de carrera, amigo de esta columna desde su tiempo como corresponsal de Unomásuno en Chiapas, quien ha seguido el tráfico de personas y armas en la frontera sur del país desde décadas antes a las ahora famosas caravanas.
Juan de Dios siguió y fue guía de otros periodistas para dar cobertura al levantamiento zapatista, a los deciros del comandante Marcos; al paso de kaibiles para servir a los cárteles mexicanos; al cambio de maíz por armas de las revoluciones salvadoreña y nicaragüense al margen del Suchiate; denunció la explotación de trabajo infantil en los cafetales lo mismo que el esclavismo sexual de niñas en la frontera México-Guatemala.
Ahora está indefenso, abandonado a su suerte por autoridades federales y locales que prometen seguridad personal y a la familia de García Davish y no cumplen, desde el presidente Andrés Manuel López Obrador, pasando por el subsecretario Alejandro Encinas, hasta el encargado de la seguridad en Chiapas y el comandante de la policía en Tapachula.
Ninguno cumple sus promesas de dar protección y seguridad al periodista y su familia, no cumplen, y parece más que dan el beneplácito al crimen organizado para acosar al periodista.
Juan de Dios, director de la Agencia Quadratin en Chiapas, es perseguido desde hace tres años por un supuesto comandante Z-24 del cartel de Los Zetas, desde hace tres años lo han presionado para pagar derecho de piso, y nada hacen las autoridades, en tres años no le han proporcionado ni un chaleco a él o su familia, menos elementos de protección.
No lo persiguen por razones políticas, ni por denunciar el tráfico de armas, drogas y personas, lo acosan por ¡no pagar el derecho de piso! ¡Durante tres años! Los mismos que lleva López Obrador en la presidencia.
Así festejamos el Día de la Libertad de Expresión en México.
Suerte a Teresa Gil, escritora y columnista de Quadratín México, con su propuesta al Senado de cambiar esta fecha por otra que no decidan los magnates de los medios ni los gobernantes hipócritas, suerte con su gestión.
Si avanza su gestión se podrá conmemorar la persecución, los ataques y asesinatos de periodistas el 30 de mayo, como propone Tere, el día de otro asesinato, el de Manuel Buendía.
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