Avala Comisión de Justicia ley sobre impugnaciones en reforma al PJ
CIUDAD DE MÉXICO, 26 de octubre de 2023.- El embate del huracán Otis en Acapulco fue como si un sismo hubiera estado activo durante dos horas, pero lo que vino después ha sido peor, así resume el director de Quadratín Guerrero, Ricardo Castillo, las últimas 40 horas de su vida en el puerto turístico.
Estamos pasándola muy mal, está devastado por completo Acapulco, las últimas horas han sido terribles, un panorama muy desolador, terrible, pero estamos con vida.
El momento del huracán fue como si hubiéramos estado viviendo un temblor de más de una hora o dos horas”, menciona el periodista guerrerense, en un breve mensaje de audio enviado desde el centro de Acapulco, donde de manera intermitente existe señal de telefonía celular.
No hay luz, no hay comida, no hay agua. No hay un solo lugar donde puedas comprar algo. Los saqueos están al por mayor en toda la ciudad y ojalá que nos ayuden a presionar para que pronto llegue la ayuda federal, porque en este momento no hay autoridad”, es el mensaje que con voz entrecortada y a toda prisa emite el comunicador, quien ha sido uno entre cientos de acapulqueños y turistas que logró comunicarse para decir: “mi familia y yo estamos bien, pero necesitamos ayuda”.
En la capital de Guerrero, Chilpancingo, ubicada a 105 kilómetros de Acapulco, la señal de telefonía móvil pareciera que tiene una mayor estabilidad, comparada con la del puerto, lo que ha llevado a que cientos de personas intenten desplazarse para hacer la llamada que no han podido establecer en más de 40 horas.
La necesidad de buscar algún alimento, agua y medicinas también ha forzado a las víctimas de Otis a intentar llegar a la capital guerrerense, motivadas por la esperanza de que en algún momento del trayecto encuentren la ayuda que llevan casi dos días esperando.
En condiciones normales, ir de Acapulco a Chilpancingo implica 45 minutos de viaje, pero en medio del caos el camino se prolonga hasta seis horas, bajo la advertencia de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transporte (SICT) de que esta autopista sólo debe ser transitada para lo estrictamente necesario o para abandonar el puerto, una recomendación válida para quienes estaban de visita, pero para sus 770 mil habitantes, quienes buscan desesperadamente ayuda, “lo estrictamente necesario” se perdió la madrugada del pasado miércoles bajo rachas de viento de hasta 300 kilómetros por hora.