Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Marchas con sello panista
Una nota de exageración y un agudo tufo de interés político se dejó notar en las marchas realizadas el domingo en la Ciudad de México y en otra decena de ciudades, en las que sin sentido alguno de la proporción se demandó la “renuncia” del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Se comprende que en las marchas se expresara rechazo a la cancelación del nuevo aeropuerto de Texcoco, o se repudiara el “desmantelamiento del sistema de salud pública”, demandas razonablemente sustentadas en las polémicas decisiones del nuevo gobierno, y por consecuencia legítimas en cualquier boca, de oposición o no. Pero “AMLO renuncia” o “Fuera AMLO”, consignas coreadas en las manifestaciones, carecen de toda racionalidad a la luz de la estabilidad que prevalece en el país y a sólo cinco meses de la asunción del presidente. Queda expuesta así la voracidad política de los organizadores de las marchas, el objetivo oportunista que estuvo detrás de esos actos.
Cuando en el pasado se exigía la renuncia de un presidente, fue porque el país atravesaba situaciones de crisis o por manifiestas decisiones que contradecían el interés público, lo que no se ve en este momento, a menos que se pretenda endosar a López Obrador la crisis de inseguridad heredada por el PAN y el PRI.
Aunque según la información disponible, la marcha se originó en una convocatoria difundida en las redes sociales por un grupo que adoptó el nombre de Chalecos México, en una pobre imitación de los “chalecos amarillos” de Francia, tuvo el estilo y toda la facha de una movilización panista. No fue una simple casualidad, pues de acuerdo con evidencias provenientes de las redes y versiones periodísticas, fueron los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón –que lleva todavía la marca de su ex partido– los que al final encabezaron y más empeño pusieron en la difusión de la convocatoria. Fox incluso marchó en León.
Tan fue así, y tan obvia la identificación de las marchas con el PAN, que el dirigente nacional de este partido creyó conveniente deslindarse y este lunes aclaró que su partido no tuvo nada que ver con la organización de las protestas. “La marcha que vimos el día de ayer fue una marcha auténticamente de la sociedad”, dijo Marko Cortés, el dirigente nacional panista. “Nosotros ahí no participamos como dirigencia del Partido Acción Nacional, hubo mexicanos que simpatizan con cualquier proyecto político, expresaron libremente lo que creían, lo que pensaban, lo que quisieron decirle al presidente de la República”, explicó. Quién sabe por qué, fue el único dirigente de partido que se expresó en esos términos.
Una crónica del diario El Universal, publicada ayer, describió con abundancia de detalles y mucha precisión el perfil de los asistentes a las marchas. Dijo que algunos se definieron abiertamente “fifís”, y que otros llevaron a empleados suyos para que cargaran las mantas. Relató que un empresario, en referencia a López Obrador, dijo incluso que “los que tenemos cerebro no votamos por ti”.
Nafa tiene de reprochable que las bases panistas se organicen para protestar contra las políticas de la transformación encabezada por López Obrador. Pero sí es criticable que el PAN y fuerzas afines traten de engañar a la opinión pública haciendo pasar por un movimiento de la sociedad lo que en realidad es una extensión del partido. Porque las redes sociales no se mueven solitas.
Por otra parte, debe hacerse notar la civilidad de la respuesta que López Obrador dio a las movilizaciones. “Tenemos que ser muy respetuosos del derecho de manifestación”, dijo en su conferencia de ayer lunes. Pero, agregó, “es una política nueva, es una transformación y esto desde luego que no gusta, molesta a quienes están en todo su derecho a manifestarse”. Abundó que “sería una incongruencia de parte nuestra que no se permitiera la libre manifestación de las ideas, por eso celebro que exista esta oposición y que se manifiesten, los respeto mucho”, pues la democracia son equilibrios, contrapesos, y cuando hay democracia “nadie se siente absoluto en ningún nivel de la escala social, por eso la democracia es lo mejor que hay como sistema político”. Le iría mejor si se expresara con esa mesura con más frecuencia.