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CIUDAD DE MEXICO, 21 de noviembre (Quadratín México).-Pese a afirmar que “no será el PAN el que le ponga piedritas al próximo gobierno, ni le dará pretextos par ano cumplir con sus compromisos de campaña”, el coordinador parlamentario en la Cámara de Diputados, Alberto Villarreal García, adelantó que no respaldarán totalmente la iniciativa de reforma al a Ley de Administración Pública, presentada por el presidente electo Enrique Peña Nieto a través del PRI y el PVEM.
Los puntos principales que condiciona el PAN son:
1.-No al despido de trabajadores del servicio civil de carrera que actualmente pertenecen a la Secretaría de Seguridad Pública y que habrán de trasladarse, con todos sus derechos a la subsecretaría de Gobernación.
2.- No a la desaparición de la Secretaría de la Función Pública, al considerar que se antes se debe analizar con todo cuidado e incluir otras iniciativas en materia de combate a la corrupción, como la presentada por el mismo PAN, la cual contempla la creación de la Fiscalía Anticorrupción que persiga las responsabilidades y lleve a cabo las averiguaciones, pero además el Tribunal de Cuentas que sea responsable de aplicar, en su caso, las sanciones correspondientes; en cuanto a la Función Pública, contempla su permanencia como un órgano de prevención.
La propuesta panista destaca también la desaparición del fuero que protege a gobernadores y legisladores, a fin de que se castigue y sancione por igual a todo funcionario o servidor público que incurra en irregularidades.
Bajo este argumento, Villarreal García consideró que esta modificación requiere de un análisis más a fondo, por lo que requiere de mayor tiempo de análisis. No obstante, insistió, esto no significa que estén en contra de la iniciativa de combate a la corrupción de Peña.
3.- El PAN rechaza también la desaparición del Instituto Nacional de las Mujeres y del Consejo Nacional de Desarrollo indígena, al considerar que de incorporarse estos a la Secretaría de Desarrollo Social, como lo propone la iniciatiava peñista, dejarán de contar con programas integrales de respaldo e impulso a estos sectores, y únicamente recibirán apoyo asistencialista.
Es decir, tanto las mujeres como los indígenas dejarán de contar con programas y proyectos de trabajo que permitan su desarrollo, así como la defensa de sus derechos y garantías, además de protección contra acciones como la discriminación, etcétera, y al ser considerados únicamente como “grupos vulnerables” únicamente recibirían apoyos asistenciales.
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