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CIUDAD DE MÉXICO, 19 de noviembre de 2018.- En una exigencia de respeto que enarbolan tener, el nuevo líder del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés Mendoza, advirtió al gobierno entrante encabezado por Andrés Manuel López Obrador que no están dispuestos a poner “la otra mejilla”.
Tras asumir el cargo como nuevo dirigente nacional, el panista michoacano subrayó que el partido está listo para contribuir con el nuevo gobierno, pero éste recibirá el trato y la colaboración que esté dispuesto a ofrecer.
En el lugar del sistema político actual donde los ciudadanos ubicaron al Acción Nacional el pasado primero julio, el partido buscará ser inteligente y audaz como la principal fuerza de oposición, exigente y dialogante, responsable pero firme.
El proyecto institucional de la nueva dirigencia del PAN ve en los primeros pasos del gobierno entrante un régimen priista viejo, desde la arbitraria y costosa cancelación del Nuevo Aeropuerto hasta las imprudencias económicas que tienen al peso bajo presión.
En esta etapa, el partido blanquiazul trabajará sin representar una vergonzante colaboración por temor, pragmatismo o conveniencia presupuestal, sino por el contrario, siendo “una oposición que estará sentada en la mesa cada vez que el interés público así lo exija”.
Con firmeza, Cortés Mendoza aseveró que el nuevo panismo se opondrá a cualquier intento de retroceso político institucional y serán la trinchera para defender los consensos esenciales que le han dado a este país pluralidad y estabilidad.
Ante la inminente aprobación de la Ley Orgánica de la Administración Pública, para la creación de la figura de los delegados como representantes del Ejecutivo en los estados, alertó que transgreden la Constitución con una distorsión grave de la conducción federalista del Estado mexicano, algo que Acción Nacional no permitirá.
El panista señaló de inaceptable que con el pretexto de la austeridad, pero con el evidente propósito político electoral, se pretenda construir autoridades paralelas a los órganos locales, como lo representan los superdelegados estatales.
Al igual, consideró inadmisible la militarización de la seguridad pública quitando facultades a las policías civiles, con la creación de la Guardia Nacional.
En el ámbito de su competencia, los gobiernos panistas colaborarán con autoridades federales sin llegar a la subordinación ni sometimiento.
Marko Cortés convocó a todos los panistas y mexicanos que algún día militaron en el PAN, y a quienes tienen simpatía por el partido, a un acuerdo por la unidad para cuidar a México para generar equilibrio y contrapeso que frene todo intento de autoritarismo.
“Un acuerdo por la unidad para resistir de forma valiente y decidida el embate de un gobierno de ocurrencias y caprichos”, desde el lugar donde los ciudadanos ubicaron al panismo.