Para algunos niños, convivir con perros y gatos puede ser un riesgo sanitario

href=»http://mexico.quadratin.com.mx/wp-content/uploads/2013/05/niños-mascotas.jpg»>GUADALAJARA, 23 de mayo (Quadratín México).- Convivir con perros y gatos, en especial para niños de 5 años o menos, constituye un importante factor de riesgo para el desarrollo de giardiasis, enfermedad transmitida por el parásito Giardia lamblia.

La enfermedad se caracteriza por diarrea semilíquida y dolor abdominal postprandial, es decir, después de tomar alimentos, informó el especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Alberto Villaseñor Sierra.

El también investigador destacó que la giardiasis es de hecho la parasitosis más extendida, sobre todo en países en desarrollo debido en buena medida a la todavía muy común práctica de fecalismo al aire libre.

Detalló que el mecanismo de ingreso del parásito al huésped que puede ser el humano o animales como los ya citados, es la vía oro-fecal.

“Manipular excretas de perros o gatos, o bien no lavarse las manos luego de defecar facilitan que el parásito se instale en el organismo provocando los síntomas ya referidos, a los que se añaden pérdida de apetito y en consecuencia de peso”, advirtió.

Dijo que la giardia por lo general se instala en un segmento del intestino delgado, el duodeno, en donde se absorben las grasas, de ahí que la diarrea que se produce es muy grasosa (esteatorrea) y por lo mismo algo muy característico de la misma es que flota y es fétida en exceso.

Además, mencionó que el hecho de que la presencia del parásito inhiba la absorción de grasas, afecta a nivel nutricional debido a que existen vitaminas liposolubles como la A, la B, la E y la K, que no se aprovechan por este motivo.

Comentó que la distensión o inflamación abdominal y el exceso de gases es también clásico de la giardiasis.

El experto dijo que además de los niños de menos de 5 años otros grupos vulnerables al desarrollo de esta parasitosis son quienes tienen sus defensas bajas (diabéticos, trasplantados, personas en tratamiento por cáncer, entre otros) o los hombres que tienen sexo con hombres.

Como ocurre en muchas otras enfermedades, el lavado frecuente de manos resulta muy útil en la prevención de esta parasitosis, y en el caso de tener mascotas en casa, hay que procurar tenerles sitios específicos para sus excretas y desecharlas, sin olvidar tratamientos desparasitantes dos veces por año tanto para los animales como para los humanos.

Evitar el fecalismo al aire libre, porque se contaminan los mantos freáticos, es también aconsejable para aminorar la presencia del parásito responsable de esta enfermedad que, dijo, es de larga evolución (de tres a 10 semanas) y para cuyo tratamiento existen fármacos muy específicos.

Añadió que en la literatura mundial se da cuenta de al menos un 20 por ciento de la población en general como portadora del parásito sin manifestaciones evidentes de ello, aunque con el riesgo de que ante alguna baja de defensas, puedan aflorar, ante lo cual la visita al médico es fundamental.

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