Teléfono rojo
Los analistas bisoños se quiebran la cabeza haciéndose varias preguntas sobre cuál será el futuro de Marcelo Ebrard.
Las más recurrentes especulaciones son las siguientes:
¿A dónde mandarán, sea en el gabinete legal o en el gabinete ampliado, al ex canciller después de que anunció que seguiría siendo militante de Morena?
En respuesta Marcelo aseveró que igual sigue siendo amigo y correligionario López Obrador y de Claudia Sheinbaum, así como es un político que no cambia de ideales de la noche a mañana.
Mientras otros que presumen saber todo de política, condenaban a Marcelo de traidor o de claudicante ante el poder.
El mensaje de Marcelo fue claro: a sabiendas que Movimiento Ciudadano cerraba sus inscripciones para la presidencial del domingo pasado, Ebrard anunciaba en sus redes sociales, desde varios días antes, que mandaría un mensaje al público sobre su futuro político. Atendiendo a esos tiempos, estaba implícito que Marcelo no iría con sus amigos de Movimiento Ciudadano en ningún proyecto político-electoral.
Todos los movimientos del ex canciller debieron ser consensados con el político de Macuspana.
La pregunta clave es: ¿Para qué quieren AMLO y Claudia a Marcelo Ebrard?
Durante la campaña presidencial tendrá que haber varias negociaciones con la oposición. Y Claudia no tiene, por ahora, en su equipo a algún elemento que mantenga relaciones cordiales con los opositores.
Para eso Marcelo se pinta solo.
Pero es seguro que la oposición realizará una protesta postelectoral de dimensiones considerables ante una eventual victoria de Sheinbaum, ¿Quién será el encargado de negociar el reconocimiento del triunfo se Sheinbaum?
Y después habrá de tenerse una plática de Sheinbaum y alguno de los integrantes de su equipo con quien resulte ganador de las presidenciales de Estados Unidos.
Alguien habrá de garantizar a AMLO que sus obras emblemáticas que no se concluyan se continúen hasta terminarlas.
Y en materia económica habrá de asegurarse que en los primeros trimestres la Hacienda Pública no sufra quebranto peligroso alguno que llegue a cimbrar a los mercados y la posición del país en el mundo financiero.
¿Para qué quieren a Ebrard AMLO y Claudia?
En tiempo real.
1.- Muy mal vista la presencia de Félix Salgado Macedonio en Acapulco. El polémico senador guerrerense está “cuidando” a su hija en la gubernatura, pero la realidad se ha convertido en el perro del hortelano: ni hace nada y menos deja que otros lo hagan.
2.- En Guanajuato PRI y PAN irán en alianza en más de 30 de las 46 alcaldías de la entidad. Los panistas tienen seguros los municipios de León con la reelección de Ale Gutiérrez y pueden tener a la capital del Estado si los nominados son Samantha Smith o Eduardo Trujillo.
3.- Bien recibidos en Coahuila los nombramientos de Eduardo Olmos Castro, Gobernación, Federico Fernández, Seguridad, Finanzas, enrique Martínez y Morales y en educación a Oscar Pimentel González y en comunicación social a Diego Rodríguez Canales. Bien por el gobernador electo Manolo Jiménez.