Acusa Sebastián Ramírez hackeo de la oposición al equipo de Morena
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de julio de 2018.- La legislatura que comenzará funciones el próximo 1 de septiembre será la que arranque con el mayor número de legisladores sin partido -58 en total-, de confirmarse que los partidos Nueva Alianza (NA) y Encuentro Social (ES) no alcanzarán el 3% de la votación requerido para conservar el registro, como advierte el artículo 94 de la Ley General de Partidos Políticos.
Esos partidos, al desaparecer, pierden el derecho a tener legisladores por la vía de representación proporcional, pero los 55 candidatos que ganaron una diputación con el PS, así como los otros dos y un aspirante a senador que compitieron con el NA y resultaron electos por mayoría relativa podrán tomar posesión del cargo como legisladores.
Con ello, podrán hacer uso de la tribuna, tener prerrogativas parlamentarias y ejercer su facultad de representación para fijar su posicionamiento en favor o en contra de una iniciativa, como cualquier legislador, aún cuando sean o no integrantes de algún grupo parlamentario.
“Cuando la gente les da el voto en la urna, jurídicamente ya tienen la representación del distrito. Eso lo ganaron. Son legisladores independientemente del estatus jurídico del partido”, comentó Laksman Sumano, especialista en temas parlamentarios.
Ya en el Congreso, los 57 diputados podrán decidir si se unen a un grupo parlamentario o forman uno propio. De integrar uno nuevo, deberá estar formado por al menos cinco miembros. El senador por el Panal únicamente tendrá la opción de unirse a una bancada existente o permanecer como legislador sin registro, ya que para formar grupos parlamentarios en el Senado también es necesario un mínimo de cinco integrantes.
En caso de decidir no unirse a ninguna bancada, los legisladores serán considerados sin partido, con los mismos derechos y obligaciones que los demás, según establece la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos.
No obstante, “la incorporación de un legislador a un partido no depende únicamente de su voluntad, también debe estar autorizado por el grupo parlamentario al que se quiere integrar”, comentó a Verificado 2018 Guillermo Ávila, Investigador del Centro de Investigación y Análisis, Fundar.
Maria del Carmen Nava, directora de Visión Legislativa, advierte que no existe ningún impedimento para que conformen su propia bancada, en ninguna de las dos cámaras: “Llegaron a las urnas, obtuvieron votos, ganaron puestos de representación y tienen derecho de formar una bancada”.
Para ello, en la primera sesión de la legislatura, los grupos parlamentarios deben entregar a la Secretaría General el nombre del grupo, quiénes serán sus integrantes y cuál será su reglamento de funcionamiento interno.
Al respecto, Luis Enrique Pereda, profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) mencionó que el derecho de los legisladores que perdieron partido a formar su propia bancada es una cuestión de igualdad política: de acceder a recursos y tener representación tanto en las comisiones de trabajo, como en la Junta de Coordinación Política.
Si los legisladores sin partido deciden formar una bancada, los recursos que recibirán dependerán del número de diputados del grupo y provendrán del Congreso de la Unión, exclusivamente, sin acceso a otras prerrogativas. Es decir, no reciben presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE) ni ninguna otra instancia, pues no existen como partido político, solo como representación legislativa.