Denuncia oposición que Morena legisla por medio de fe de erratas
CIUDAD DE MÉXICO, 9 de enero de 2017.- Apenas transcurrió una semana de este año, pero el Gobierno de la República tiene muy presente, incluso desde antes, que el 2017 será de dos importantes retos para México y su sociedad: la problemática por el aumento en el precio de las gasolinas y construir una relación positiva con el nuevo gobierno de los Estados Unidos.
Apenas el presidente Enrique Peña Nieto retomó su agenda de trabajo el pasado miércoles 4 de enero tomando decisiones difíciles en el presente, que aseguró evitarán afectaciones mayores en el futuro.
Volvió al frente de su responsabilidad nacional haciendo un relevante cambio en su gabinete legal con el regreso del ahora Canciller Luis Videgaray Caso; pero además por primera ocasión aprovechó para fijar su postura sobre el tema que hoy sigue en la opinión pública y en el comentario de toda la sociedad, el incremento al costo de los combustibles.
En este último tema, el Ejecutivo federal dejó ver que no habrá marcha atrás y aclaró que este ajuste en el precio de la gasolina no se debe a la Reforma Energética ni tampoco a un aumento en los impuestos.
En tres días consecutivos, Peña Nieto apeló por la comprensión de la sociedad y defendió la dolorosa pero, según el Gobierno federal, necesaria medida.
“Tratar de mantener el precio artificial de las gasolinas nos hubiera obligado a recortar programas sociales, a subir impuestos o a incrementar la deuda del país, poniendo en riesgo la estabilidad de toda la economía”, dijo en un primer mensaje en cadena nacional con motivo de año nuevo.
Ante la Nación, defendió que mantener un precio artificial de la gasolina en 2017, como el que teníamos en diciembre, habría significado un gasto adicional de más de 200 mil millones de pesos.
El próximo desafío a corto plazo de este año, será el próximo 20 de enero con la investidura de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. Peña Nieto mencionó que se deberá de refrendar los sentimientos de amistad del pueblo de México con el norteamericano.
En este reto juega un papel importante el Canciller Videgaray, a quien encomendó acelerar el diálogo y los contactos para que, desde el primer día del nuevo gobierno de Trump, se puedan establecer las bases de una relación de trabajo constructiva.
“Deberá ser una relación que nos permita fortalecer los vínculos bilaterales en materia de seguridad, migración, comercio e inversión”, ratificó al referirse a los objetivos logrados entre ambos países.
“Estos objetivos deberán de alcanzarse en todo momento, promoviendo los intereses de México, y sin menoscabo de nuestra soberanía y de la dignidad de los mexicanos”, reiteró.
Videgaray Caso cuenta ya con la tarea de asegurar la atención y protección a la que tienen derecho los mexicanos que residen en el exterior, particularmente de los compatriotas que están viviendo en los Estados Unidos.