
Reconoce SRE a senadores por avances en EU
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de julio (Quadratín México).- Enrique Peña Nieto estableció el compromiso con los mexicanos de emprender un cambio de estrategia en la lucha contra el crimen, con un objetivo central: disminuir la violencia que ha lacerado a la ciudadanía, sin embargo este “golpe de timón” no incluye una planeación que permita definir el tiempo de retiro del Ejército y la Marina.
El presidente de la Fundación Colosio y ex gobernador mexiquense, César Camacho Quiroz, precisó que una de las causas principales es que en el corto plazo parece no existir la posibilidad de construir corporaciones policiacas con capacidad suficiente y, sobre todo, confiables, para enfrentar a la delincuencia de manera efectiva.
En entrevista con Quadratín México, Camacho Quiroz señaló: “Peña Nieto tiene la convicción de que la permanencia del Ejército es una situación transitoria, dada la situación extrema en que se vive en el país. El Ejército no tiene –a la seguridad pública- esto como vocación original, su involucramiento en estos quehaceres es por una razón de emergencia nacional”.
Sin embargo, dijo, será hasta la conformación de corporaciones de seguridad pública altamente calificadas y, sobre todo, confiables, cuando sea posible retirar a los soldados y marines de las calles. “Teniendo la policía científica y capacitada para estos menesteres, no habrá necesidad de mantener al Ejército en las calles, pero por lo pronto parece inevitable”.
“Parecería muy aventurado decir o afirmar en cuánto tiempo…No hay suficientes elementos para que alguien afirme categóricamente en tanto tiempo se puede retirar al Ejército de las calles”, sostuvo.
Vinculación de políticas públicas, vía en el combate al crimen
Pese a reconocer el complicado panorama, Camacho Quiroz mencionó que en los Foros por la Democracia fue posible delinear los primeros trazos para lograr un combate a la delincuencia organizada más efectivo:
“Se trata de emprender políticas para una mejor educación, elevar el poder adquisitivo, es decir, de políticas públicas que se entrecruzan y que son la del empleo, seguridad y educación son ámbitos vinculados, por eso se requiere la visión en conjunto de un líder, de alguien que tenga claro cómo es el todo para que se encargue de ordenar las partes y hacer asignaciones funcionales de modo que sus colaboradores sepan bien qué está a su cargo y como ello impacta en los demás aspectos de la vida pública”, comentó.
El político priista reconoció que será necesaria la conformación de un equipo de gobierno sólido y eficaz, con proyecto a largo plazo que permitan concretar los compromisos adquiridos por Peña Nieto.
Bajo estas circunstancias, mencionó, el próximo gobierno estará atrapado en una paradoja: la presencia del Ejército y Marina en las calles, a decir de especialistas, es la causa del incremento de ejecuciones y confrontaciones a balaceras en las calles entre integrantes de bandas delictivas contrarias o de uniformados contra delincuentes.
Empero no es posible retirarlos porque esto podría desbordar a la delincuencia organizada, con el riesgo de que tomen posesión absoluta de municipios e incluso estados completos, como es el caso de Veracruz o Tamaulipas.
La encrucijada no es fácil, la herencia es bastante pesada: un saldo, hasta la última cifra oficial, de 50 mil muertos, muchos de ellos víctimas inocentes, incluidos estudiantes, calificados por la autoridad como “daños colaterales”. A estos se suman 20 mil desaparecidos.
En materia de violación de derechos humanos, en un informe de 2011, Human Rights Watch (HRW) reúne evidencias que sugieren la participación de militares en más de 170 casos de tortura, 39 desapariciones y 24 ejecuciones extrajudiciales en el actual gobierno.
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