Prepara gobierno estrategia migratoria
MÉRIDA, 12 de mayo (Quadratín México).- El pepino de mar se ha convertido en un platillo codiciado por sus propiedades afrodisiacas en China, mientras en la Península de Yucatán se registran disputas entre pescadores por la captura de la especie marina.
El creciente interés por capturarlo radica en el alto valor comercial de la especie en el mercado asiático, en especial el chino, donde el precio de una libra ya procesada puede superar los tres mil 500 pesos.
Se ha establecido la existencia de gran mercado externo para el pepino de mar, particularmente en Hong Kong, China, Corea y Japón, donde además de su utilización como alimento también se usa en las industrias farmacéutica y cosmética.
El consumo medicinal de pepino de mar en China va dirigido a la debilidad, impotencia, debilidad por la edad, constipación debido a sequedad intestinal, y orina frecuente.
Incluso la FAO ha determinado que el rápido paso de desarrollo de la pesquería de pepinos de mar para abastecer la creciente demanda internacional, está poniendo a las especies en riesgo.
Un pepino de mar es un animal marino comestible que convierten en la mejor parte de platos chinos, sopas y aperitivos. Su carne es rica en zinc, magnesio, calcio y hierro.
Funcionarios como el secretario general de Gobierno, Víctor Caballero Durán, ha dado a conocer que es tal el interés asiático por el pepino de mar yucateco, que se han detectado a personas de ese continente negociar el precio de compra en forma directa con el pescador, apenas toca playa.
Ante ello, dijo, han solicitado al Instituto Nacional de Migración investigue la procedencia de estas personas y si su estancia es legal en el país, a fin de garantizar que su actividad sea lícita.
Otra medida de control ha sido la conformación de la Unidad Mixta de Vigilancia, integrada por policías estatales y federales, además de las fuerzas armadas, como un mecanismo de apoyo a la vigilancia contra la captura furtiva que realizan inspectores de Conapesca.
El pasado día 8 de mayo, personal policíaco estatal habría tenido su decomiso más importante, luego de enfrentarse a pescadores de Dzilam de Bravo, deteniéndose a más de 70 hombres del mar e incautando 640 kilogramos de la especie capturada y procesada en forma ilegal.
Para el director estatal de Pesca, Delfín Quezada Domínguez, hasta 1999 nadie pensaba que la captura para la comercialización del pepino de mar tuviera futuro, pero algunos empresarios ya habían empezado a investigar por cuenta propia y vieron potencial en esta especie.
Por otra parte, el sueño de convertir a la captura del pepino de mar en una mina de oro se disipa para miles de pescadores yucatecos, debido a estrictas y necesarias medidas de preservación de la especie, así como una caída en el precio de venta.
Decomisos y detenciones asociadas a la captura ilegal del pepino marino son tema cotidiano en la costa yucateca, luego de que en abril pasado, Yucatán se convirtiera en la primera entidad del país donde esta especie puede ser explotada de manera comercial.
En febrero pasado, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) decretó para Yucatán un veda permanente para el pepino de mar con base a un estudio realizado por el personal de Inapesca, empero, pescadores yucatecos y el gobierno de Yucatán se inconformaron y pidieron una nueva investigación científica.
Para ello, el gobierno local absorbió el costo de la investigación, lo que permitió aumentar de cuatro a 32 el número de buzos que estudiarían el comportamiento de la especie en las 750 estaciones marinas instaladas en el litoral yucateco.
Como resultado, se determinó que en tres de los cuatro polígonos en los que se divide la costa, es posible capturar con fines comerciales -entre el 26 de abril y el 14 de mayo- mil 800 toneladas de pepino marino, tareas en las que están involucradas 530 embarcaciones.
Para el director estatal de Pesca, Delfín Quezada Domínguez, la regulación ha sido una medida adecuada para preservar la especie y la inconformidad de pasar de una pesquería de fomento a una de tipo comercial, es algo “natural”, tal como sucedió con especies como el pulpo ?la pesquería más saludable en Yucatán-, mero y langosta.
Reconoció la existencia de “inconformidades” de algunos pescadores excluidos del otorgamiento de permisos y a la vez, la necesidad de concientizar sobre las ventajas de mantener la biodiversidad, en beneficio de los propios hombres del mar y sus familias.
La realidad es que es imposible darles a todos permisos de captura ?se estima existen unos 12 mil pescadores- pues estaríamos invitando a una depredación masiva, pero creemos que es el primer paso para tener una pesquería sana y beneficiar posteriormente a más pescadores.
Por ello, consideró Quezada Domínguez, el pescador tomará conciencia, como lo ha hecho con otras pesquerías; va a cuidar la explotación y el ordenamiento; esperamos que en uno dos o tres años ?tiempo de vigencia de los permisos actuales-, las cosas se tranquilicen.
Es un sueño, explicó, que poco a poco se va disipando para quienes pescan de manera ilegal, ya que no se puede comercializar todo aquello que no se ampare con facturas, por ello muchos compradores asiáticos no quieren arriesgar su dinero y sólo hasta que los cargamentos estén en el aeropuerto, “sueltan el dinero”.
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