Recomienda IMSS disfrutar época decembrina sin descuidar la salud
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de octubre (Quadratín México).- ¿Qué, qué dijooo?, ¿Cómo dijo?. Si usted es de los que pide que le repitan alguna frase de la conversación, o más aún, cambia las palabras unas por otras, es posible que este perdiendo su capacidad de oír, y quizá sea de los 800 millones de personas alrededor del mundo que tienen problemas de pérdida auditiva.
Las generaciones pasadas comenzaban a perder la audición entre los 60 y 65 años de edad, ahora se da a los 50, sino es que sucede antes, sobre todo en los jóvenes quienes por el ambiente ruidoso del que se rodean, a más temprana edad ya no oyen.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2004 había más de 275 millones de personas en el mundo con algún defecto de audición, ahora, se estima que para dentro de tres años, 2015, esta cifra aumente a mil 200 millones.
Antes, la pérdida era más que nada por la edad o por alguna enfermedad o infección mal cuidada, en la actualidad una de las causas principales por las que los jóvenes van perdiendo de forma paulatina la audición, es porque escuchan la música por arriba de los 80 decibeles que es la frecuencia que el oído puede aceptar.
Además por el entorno en el que la población citadina vive. “Hay mucho ruido en la ciudad de México, y no hay una ley que diga hasta aquí es aceptable el ruido de los frenos, del claxon, de la música en los restaurantes, en los centros de diversión, en las tiendas comerciales y en algunas empresas donde los empleados trabajan en un ambiente de mucho ruido”, considera Sandrine Dupriez, directora general de Connect Hearing.
Esto nos lleva a que en México el panorama no sea alentador si se toma en cuenta que el 10 por ciento de la población total tiene algún tipo de discapacidad, de la cual un millón 500 mil tiene pérdida auditiva, cifra que podría aumentar por el modo de vida de las nuevas generaciones.
Cada vez más es la población escolar, individuos en edad de trabajar y los jóvenes, quienes sufren este problema de audición, provocada principalmente, insiste Sandrine Dupriez, por la exposición a niveles de ruido excesivo y a la música a un volumen intenso.
Sólo un tercio de las personas que padecen pérdida auditiva están en edad de jubilación, el resto es población joven y en edad de trabajar.
Cuando un sonido rebasa los 80 decibeles por más de dos horas, comienza a causar algún daño, lo que a la mayoría de las personas y jóvenes “no les importa”. Es algo que no se deberían pasar por alto, ya que “la audición sirve para el equilibrio, para ubicarnos, para cruzar la calle, es parte integral de la vida”.
La directora general de Connect Hearing, comenta a la Agencia Quadratín México, que 80 decibeles en media hora no está mal, pero si se tienen durante seis horas al día, se tendrá un gran impacto en la capacidad auditiva a lo largo de los años.
En un mundo donde hay más gente, hay más padecimientos que se transfieren y que a veces no se curan como debieran, como es el caso de las infecciones en los oídos que sumado al paso del tiempo, la edad, la vejez, provocan un gran impacto. “Al igual que se da la vista cansada, también se presenta oído cansado, que es cuando se dificulta distinguir las palabras”.
Los jóvenes cuando van a los antros escuchan la música muy fuerte, piensan que no les va a pasar nada y no se dan cuenta que la pérdida de la audición es paulatina, que en 10 años empezarán a tener los efectos de haber escuchado la música muy fuerte.
Cuando un sonido rebasa los 80 decibeles por más de dos horas comienza a causar algún daño, “al día siguiente no notas nada, sigues escuchando bien, pero al cabo de 10 años las personas presentarán pérdida auditiva” más intensa que las que cuidaron sus oídos.
Las primeras señales para darse cuenta que inicia la pérdida de audición es cuando en un ambiente de ruido cuesta trabajo escuchar a la persona, o cuando se pide se repita la palabra o palabras o se tiene duda de lo que se dijo.
En una conversación, los oídos permiten distinguir entre el ruido, la plática y lo que se quiere escuchar. Cuando se complica entender o llevar una conversación, es posible que se inicie una disminución en la capacidad para oír.
La experta de Connect Hearing, empresa suiza dedicada al diagnóstico y tratamiento de trastornos de la audición, comenta que en una ciudad como el Distrito Federal, por el ruido ambiente se va perdiendo entre 10 y 15 decibeles.
De momento la disminución no es perceptible, la audición sigue siendo “normal”, se sigue escuchando bien, no obstante si hay cierta “pérdida que impide escuchar en ciertas circunstancias y que complica un poco la conversación”.
Las infecciones, una otitis mal curada, un tapón de cerumen en los oídos, o algunas enfermedades, son entre otras, las causas que llevan a dejar de escuchar, las que al ser atendidas pueden permitir que la persona pueda volver a oír.
Sin embargo, hay otras situaciones en las que se requerirá de un auxiliar auditivo que amplifique los sonidos para volver a llevar una vida normal, sobre todo en lo que se refiere al sentido del oído.
El orgullo y la vanidad son uno de los motivos por los cuales una persona no usa un auxiliar auditivo, si es que los necesita, porque piensan que se van a ver viejos. Lo que no saben es que los aparatos de ahora son discretos y potentes. “El uso de auditivos son como los lentes”.
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