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CIUDAD DE MÉXICO, 6 de agosto de 2025.- La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), en conjunto con el Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentables (IMIPAS), la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos (Semarnat), actualizaron la Carta Nacional Pesquera que incorpora al sargazo holopelágico del Caribe como recurso pesquero con potencial de desarrollo.
En un comunicado, Sader califica este hecho como hito trascendental en el manejo de los recursos marinos de nuestro país, al abrir la puerta al manejo técnico, sostenible y aprovechamiento económico del sargazo.
De ahí que el IMIPAS —encabezado por Víctor Manuel Vidal Martínez— es clave en este proceso al estar al frente de investigaciones científicas que permiten una mejor comprensión del papel ecológico y productivo de esta macroalga.
En mar abierto, el sargazo forma verdaderos oasis flotantes que albergan un ecosistema marino único. Estas formaciones proporcionan alimento y refugio a numerosas especies, como dorado, atunes y jureles que son peces de gran valor comercial.
Además, el sargazo cumple funciones ecológicas esenciales como la fijación de carbono y la bioabsorción de metales pesados. Incluso, cuando llega a las costas, en cantidades moderadas, ayuda a prevenir la erosión y nutre los ecosistemas dunares.
De acuerdo con el acuerdo publicado este 6 de agosto en el Diario Oficial de la Federación (DOF), las grandes biomasas de sargazo holopelágico se perfilan como un recurso con múltiples aplicaciones industriales complemento alimenticio en la cría de animales, fertilizantes, biocombustibles, bioplásticos, biorremediarios y purificadores para el tratamiento de aguas, fibras y tintes para la industria textil y del calzado y biomateriales para la elaboración de ladrillos.
Se estima un volumen de recolección de hasta 945 mil toneladas anuales de sargazo seco, recolectadas mediante embarcaciones especializadas, como el Buque Sargacero Oceánico, diseñado por la Secretaría de Marina.
El crecimiento acelerado del sargazo —que puede duplicar su biomasa en menos de tres semanas— representa también un desafío dinámico. Por ello, el IMIPAS señala que el monitoreo constante de biomasa y condiciones oceánicas son fundamentales para anticipar sus arribazones, especialmente en el Mar Caribe, zona altamente vulnerable.
Por lo que Sader considera que es conveniente desarrollar una normatividad específica, planes de manejo pesquero y estrategias de ordenación pesquera, bajo un enfoque de Manejo Integrado de Zonas Costeras (MIZC), con participación de autoridades de los tres niveles de gobierno, el sector productivo y la academia.
La actualización de la Carta Nacional Pesquera, que es la presentación cartográfica y escrita del resumen de la información necesaria del diagnóstico y evaluación integral de la actividad pesquera y los indicadores sobre la disponibilidad y conservación de los recursos pesqueros en aguas de jurisdicción federal, puede consultarse en el Diario Oficial de la Federación.