PERFILES: Lo que sobra es miseria

10 de septiembre de 2012
 , 
14:00
Lilia Arellano

José Alvarado, periodista y escritor de todos los tiempos plasmó en una colección de sus artículos uno que habla de que don Francisco Bulmes dijo que somos una raza desdichada porque nuestro alimento es el maíz. “Los pueblos que se alimentan de trigo, son capaces de llegar a las cumbres más altas del pensamiento y de la sensibilidad. Si Aristóteles se hubiera nutrido con tortillas, no habría descubierto la identidad entre las categorías lógicas y las ontológicas y si Platón hubiera hecho lo mismo, la humanidad se habría quedado sin conocer El Banquete”.

Aquí me pregunte si el alimento base de nuestras mujeres y de los hombres sería la causante de semejante ausencia de féminas de gran valor en muchos renglones de la vida pública y hasta del sector privado porque la María Asunción Aramburuzabala heredó, le hizo al magnate -¿o se dirá magnata?-, consiguió marido, lo mantuvo, lo dejo y se aburrió del papelito y mejor vendió la cervecera y se fue a disfrutar de la vida a lo lindo. Y si esto sucedió en donde el dinero abunda, en el sector público en donde no se tienen las mismas fortunas hasta que se tiene un cargo de esos milagrosos, de los “Diosito no me des, ponme donde hay”, los ejemplos son igual o peor de crueles y nada novedosos, por cierto.

En el plano legislativo habrá que anotar el nombre de Macrina Rabadan, la mujer que según el mismo José Alvarado desvaneció el tedio del Colegio Electoral “y elevó el debate de las frases vacías y los cantos marchitos”. La discusión en torno al caso de Macrina Rabadán ha sido la más importante sostenida hasta hoy en el recinto de Donceles y su voz la de mejores resonancias. ¿Serán las señoras quienes se encarguen de llevar al Congreso por rutas más limpias? Esa era en los años setenta la gran interrogante y sigue vigente sin encontrar respuesta en nuestros días.

Porque habrá que ver que para nuestra desgracia los registros de la vida de las féminas en la política deja mucho para la crítica y la desconfianza. En esa competencia con los varones y en busca de la igualdad han llegado a extremos y lo mismo se alzan en las tribunas orgullosas de su homosexualidad que tienen en su haber registros de encuentros carnales cual si fuera carnet de quinceañera los viernes y sábados por la noche. Y siguen vigentes para sorpresa de más de 10 millones. Un ejemplo está en Rosario Robles a quien no parece alcanzarle la dizque experiencia política para tapar lo escandaloso y corrupto de su existencia que lo mismo la llevó a formarse en la fila de la visita a los reclusos junto a la esposa de Carlos Ahumada que a llenar un “cochinito” muy particular. Pero está, y en una posición cercana, a quien mandará durante seis años en este país.

Sobre las mujeres que han alcanzado la gubernatura tampoco existe un registro de éxito. La primera, Griselda Álvarez, la poetisa, debió ser ejemplo más que suficiente para dedicarse a preparar féminas para alcanzar esa posición y no llevarlas, como se siguió viendo, por razones inexplicables que nada tienen que ver con el buen desempeño político o la capacidad. Así llegó Beatriz Paredes, su guitarra, sus canciones y sus mujeres a Tlaxcala, a una entidad jodida a la que jodió más. También estuvo la mujer de “izquierda pura”, la Amalia García, quien al igual que la Robles se deslumbró con el primer recorrido por el mundo al lado del grandote de la botas y puso de relieve la gran satisfacción que produce el nepotismo y el contar con una inmensa fortuna para repartir con la familia olvidando toda esa ideología que según representaba.

Y que tal la yucatequita Ivonne Ortega. Esa sí que tuvo méritos porque empezó a ascender en la política cargando casi 100 kilos encima, con la nariz ancha, cachetona, greñuda, con tan pocos atributos que en su tierra natal seguido la confundían y le preguntaban la receta de los panuchos o del lechón. De ahí que por consejo de quienes empezaron a encontrarle atributos para conseguir votos le aconsejaran que comenzara a cambiar su aspecto y a base de una férrea voluntad, de una que no manifestó para sacar de la pobreza a sus paisanos, logró adelgazar, operarse todo lo que tenía que ser operado, eliminado, agrandado y achicado para llegar como figurín de revista al mandato estatal. Obviamente el marido le quedó chico, la fama la llevó a las pantallas de televisión, a rodearse de galanes y a presentarse cual quinceañera en todos los bailes.

Hablar de las primeras damas tampoco es satisfactorio. Tuvimos a doña Carmen Romano de López Portillo, muy guapa pero muy vulgar. Sus presentaciones en los actos oficiales con zapatillas abiertas, sin medias y con un excesivo maquillaje le causó tantas críticas como su afán de andar por todo el mundo acompañada de su piano de cola y sus guardias hollywodenses. Las hubo como el pan sin sal y ejemplos de ello fueron la Paloma Cordero de De la Madrid y la ex señora de Salinas de Gortari, Cecilia Occelli. Otra de gustos muy particulares fue Nilda Patricia de Zedillo a quien la botella la acompañó en todas sus soledades e incomprensiones familiares. Aunque las palmas se las ha llevado Martita Sahagún de Fox, la que quiso emular a Eva Perón pero le falló todo, empezando porque doña Eva no tuvo hijos ni marido que le resultara para fines mediáticos todo un golpeador; menos aún tuvo que recurrir a la jerarquía eclesiástica de su país para lograr que le anularan un matrimonio sin ningún sustento para esta acción.

Ya se que si analizamos a los señores, las cosas pueden ponerse todavía peor, sobre todo tomando en cuenta todos los que están en el closet y que descargan sus rencores hundiendo a este país día con día. Pero por ahora lo que me importa son mis congéneres y esa lucha por lograr una igualdad que no se refleja en pensamientos, en acciones de beneficio, en lucha por lograr que este país avance. Sus guerras son en las camas, en las complicidades, en los encubrimientos y siguen un camino que obviamente nos aleja cada vez más de contar con “damas de hierro” o estadistas como Golda Meir. Eso sí, habrá que reconocer, la medalla de oro la obtienen las cornudas. Y pensar que también consideran que pertenecen al grupo al que se llama ¡pilares de las familias! Por ahora solo puedo expresar… ¡¡¡¡¡Aaay nanita!!!!

Lo invitamos a visitar nuestra página www.liliaarellano.com en donde escuchará de lunes a miércoles el programa radiofónico Estado de los Estados que se transmite en la Cadena Nacional RASA, en el 620 de AM desde la ciudad de México, así como los televisivos Estado de los Estados y Fuego Cruzado que también pueden verse en los canales 10 de Cancún y 100 en caja digital,  canal 29 de Mérida y 117 en caja digital, y canal 9 de Campeche del sistema de cable. Además de contar con la noticia al minuto proporcionada por la agencia informativa Quadratin y estar al día con los comentarios de los mejores columnistas nacionales. Esperamos también sus comentarios en el correo [email protected].

 

QMex/la

Te podria interesar