PERSPECTIVAS: Batres llega a la dirigencia del partido de AMLO

21 de noviembre de 2012
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10:10
Norberto de Aquino

Martí Batres fue electo como primer presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Movimiento de Regeneración Nacional. Y de esa manera, los compromisos para acabar con las tribus y el clientelismo político hechas apenas un día antes por Andrés Manuel López Obrador acabaron en el bote de basura.

Batres llega a la dirigencia del partido de AMLO con la idea única, no de conformar un partido democrático y realmente representativo de la sociedad, sino de fortalecer la plataforma política particular del tabasqueño.

Y para ello, faltaba más, lo que se pretende es controlar las posiciones en el Distrito Federal. Y Batres tiene esa misión. Luchar por conquistar y mantener para los intereses de AMLO, las trincheras político electorales de la capital de la República.

Pero la apuesta no acaba en el incumplimiento de las líneas morales establecidas unas horas antes de que Batres fue “electo” dirigente. Esta imposición es apenas el primer paso.

Es obvio que López Obrador apuesta a un reajuste de gran alcance. Y para ello “saca” un diputado de San Lázaro, para recordarle a los legisladores de las izquierdas, que es él quien tiene el respaldo popular. Y que quienes le sigan con lealtad y docilidad absoluta, tendrán un lugar junto a él, en el nuevo paraíso político llamado MORENA.

Del mismo modo, queda a la vista la intención de crear, ene tiempos cortos, una bancada propia de MORENA, mediante el expediente simple, de la renuncia y adhesión. Esto es, del abandono de alguno o de todos, los partidos de izquierda representados en el Congreso, y la formación de un bloque que le responda directamente a AMLO.

Ello lleva por fuerza, a pensar que este movimiento podría simplemente, distorsionar, o al menos querer hacerlo, los acuerdos que hasta el momento se han avanzado para que la toma de protesta de enrique Peña Nieto se conduzca dentro de un clima de civilidad política.

Ahora, a querer o no, queda por saberse si el par de decenas de diputados totalmente afines a López Obrador respetarán los acuerdos logrados entre los coordinadores de las diferentes bancadas o si, por el contrario, integrados o no en una bancada de MORENA, intentarán crear escándalo para ganar notoriedad y mostrar “independencia”, que más adelante les permita cuestionar al resto de los legisladores de izquierda.

Martí Batres perteneció a una de las tribus más numerosas en la estructura del PRD. Ahora, con su traslado al grupo de AMLO, anuncia que esos grupos estarán con él en el momento clave de la disputa por el Distrito Federal.

Es una presión abierta, para Miguel Angel Mancera. Es una amenaza clara, para Marcelo Ebrard y un aviso por demás claro, para los “Chuchos” y lo que queda del PRD sobre lo que puede suceder si alguien se atreve a pensar que AMLO tiene que negociar con ellos.

La izquierda ha sido bloqueada totalmente por el tabasqueño. Y para que nadie tenga duda al respecto, basta con leer el discurso de Batres ayer, en la parte en la que señala que ser de izquierda en México es “ser obradorista”. Más claro, imposible.

López Obrador inició ya su camino para controlar su partido. Lleno de clientelismo, en base a grupos e intereses y con una “línea desde arriba”. Justo todo lo que un día antes dijo que no se permitiría.

Pero todos sabemos que con AMLO, una cosa es el discurso y otra, muy diferente, la realidad.

QMX/nda

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