PERSPECTIVAS: Conflicto en la UACM

13 de noviembre de 2012
 , 
9:52
Norberto de Aquino

El conflicto en la Universidad de la Ciudad de México alcanzó ya, un nivel inaceptable. Si bien dicha institución fue siempre un montaje político destinado a crear plataformas adecuadas a los intereses de las autoridades en el Distrito Federal, a más de dos meses de batalla, lo que está a la vista es que nadie se preocupa por lo que es la enseñanza.

La UCM fue planeada desde el poder, para establecer canales de poder. Un método simple de tener a la mano, cuadros para movilizarse en el momento conveniente. El discurso en favor de la educación de los que menos tienen no fue más que el argumento. En el fondo, todo lo que se buscó fue siempre, tener a la mano un instrumento de presión para todo lo que pudiera necesitarse.

Pero como siempre, la estrategia quedó atrapada en la siempre vigente lucha de intereses que priva en la izquierda mexicana.

Andrés Manuel López Obrador pretendió tener el control político de la institución. Después de todo, fue su proyecto y fueron sus aliados en la lucha por la segunda candidatura presidencial, a pesar de que Marcelo Ebrard también llegó a querer esa candidatura.

Pero vencido el político tabasqueño, a Marcelo Ebrard se se hizo fácil pensar que había llegado el momento de cambiar las cosas. Y antes de que Miguel Angel Mancera llegará al control del gobierno capitalina, nada mejor que asegurar las cosas, con miras a su ambición de alcanzar en el 2018, la candidatura de las izquierdas, al menos las alineadas en el PRD, para dentro de seis años.

AMLO no quedó conforme con esa idea. Y la batalla se inició. Grupos de izquierda en contra de grupos de izquierda. Y en el medio, el próximo gobierno de la capital de la República.

Todo mundo sabe que lo que está en juego es el control político de la UCM. Pero ¿y a quién en realidad le importa la educación de los estudiantes?.

Esa institución se planeó así, pero ¿en dónde quedaron todos los argumentos lanzados dizque para dar salida educativa a todos los muchachos del Distrito Federal que, por una u otra razón, se quedaban sin acceso a la enseñanza superior?

En la actualidad y con argumentos que rayan en el cinismo, el gobierno de Marcelo Ebrard se niega a desalojar las instalaciones de la UCM tomadas por grupos afines a sus intereses. En tanto, las autoridades de la universidad piden, en todos los tonos, la inmediata intervención del gobierno capitalino para poder reanudar clases y negociaciones.

Pero la verdad es que en todo esto lo que está en juego es el presupuesto y el control político de la UCM. Nada más.

Y ante ello, Miguel Angel Mancera tendrá que tomar decisiones.

Primero, ¿cuál será su actitud si al hacerse cargo del gobierno capitalino, todo sigue igual? No se requiere de mucho para entender que ello sería una trampa para desgastar su gobierno, con fines de obligarlo a mantener ciertos privilegios de ciertos grupos.

Después, ¿qué tanto vigilará el presupuesto de la UCM? Es claro que el dinero sirve para muchas cosas, pero no siempre para mejorar la labor docente de la institución.

Y finalmente, ¿entenderá que dígase lo que se diga, se le considera como un político no capaz de hacer frente a los intereses den juego en el DF y que por ello desde ahora, se le quiere colocar contra la pared acabando con cualquier margen de movilidad que no esté controlado por los grupos de Ebrard o de AMLO.

El conflicto de la UCM no es más que una de las batallas que se libran en el DF entre los grupos de izquierda, por el control de dinero, grupos y plataformas con miras a las decisiones políticas del año próximo, de las cuales dependerá en mucho, todo lo que pueda suceder en el 2018.

QMX/nda

Te podria interesar