PERSPECTIVAS: El mejor alcalde del mundo

04 de diciembre de 2012
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1:25
Norberto de Aquino

Marcelo Ebrard está a punto de entregar el mando en el Distrito Federal. Y el “mejor alcalde del mundo” tendrá a partir de ese evento, demostrar que es capaz de hacer política sin el poder en la mano, y de rendir cuentas sin el respaldo del gobierno.

Es obvio que el señor Ebrard quiso ser candidato y que no tuvo el valor político para enfrentarse a Andrés Manuel López Obrador.

Es claro que no tiene una plataforma política al alcance como para quedar posicionado una vez que termine su gestión. Y todo mundo puede ver que está dispuesto a muchas cosas con tal de alcanzar una posición desde la cual pueda, otra vez, intentar cristalizar sus ambiciones.

Pero la realidad podría no ser la mejor aliada del señor Ebrard. Los resultados de sus seis años de gobierno poco a poco se irán midiendo. Y al final del conteo, las cosas podrían ir mal.

El señor Ebrard presume en su publicidad de despedida, que la Línea 12 del Metro, es la obra más importante del país y de América Latina en los últimos 30 años. Y ello, además de muy discutible, tendría primero que responder a las muchas dudas sobre el costo, elevadísimo por cierto, de la citada línea del subterráneo, o de la poca eficacia que la obra ha demostrado en las primeras semanas de funcionamiento. Pero lo importante, es alardear.

Así, dentro de esa misma línea de alardeo, la publicidad desatada por el aún titular del gobierno capitalino, dice que en seis años, “hemos”, supuestamente los ciudadanos y él, construido una ciudad de vanguardia.

Es claro que esa publicidad es por demás tramposa. Y que está dirigida a ciertas minorías que, dice el gobierno, tienen en el Distrito Federal, todo el respaldo que se les niega en otras partes de la República.

Y se puede aceptar algo de lo que se dice. Pero al mismo tiempo, se podría preguntar al señor Ebrard que pasa con todos los otros años de gobierno perredista. Esto es, ¿el gobierno de Cárdenas, Robles y Encinas ni hizo nada para levantar una ciudad de vanguardia? El régimen de AMLO, del que él formó parte ¿no cumplió con los objetivos fijados y por lo tanto queda fuera de la labor que nos ha dado una ciudad de Vanguardia?

Es fácil detectar la forma en que el señor Ebrard quería dar sus primeros pasos hacia el retiro del poder.

Pero las cosas no han salido bien. Le fallaron los cálculos sobre el nuevo gobierno del DF. Y las presiones para colocar piezas de poder en la nueva administración no le han dado resultado.

Y además, nunca imaginó que las otras tribus que también quieren su parte del gobierno, o que el equipo de AMLO que conoce perfectamente la ambición de Ebrard, saldrían al terreno de la lucha.

Así, cuando Ebrard lanzaba mensajes criticando la vigilancia en San Lázaro con un ofensivo “¿a qué le temen?”, los grupos que le disputan las posiciones de poder desataban la violencia en las calles, colocando a su gobierno en una posición por demás frágil

Ahora, queda claro que todo estaba programado. La violencia “contra Peña”, estaba justificada. Pero nunca se pensó que todo tenía un segundo capítulo. Y este fue la batalla entre grupos de izquierda. Y Ebrard, en su ambición, quedó atrapado en sus propias redes.

Y ahora, a unas horas de dejar el poder, su imagen es la de un “porro” más. Pero lleno de una enorme ingenuidad política.

QMX/nda

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