Doble rasero del populismo: Trump, AMLO y la manipulación de los nombres
Buena parte de la estrategia política del gobierno de Enrique Peña Nieto ha sido puesta bajo presión con la reaparición del EZLN. Y las respuestas no podrán quedarse en el terreno de los discursos o las apariencias.
El subcomandante “Marcos”, eficiente en el terreno de la comunicación como pocos, entendió el momento como casi nadie lo hizo. Y sacó ventajas enormes de la situación.
El EZLN aprovecha el marco del “Pacto por México” y sus mensajes en torno a los indígenas y la pobreza. Supo ver que la posición de Rosario Robles respondía a una estrategia política y comprendió que podría obtener muchas ventajas. Y la forma en que planteó las cosas no deja lugar a dudas de que su estrategia es seria, sólida y de largo plazo. Puede o no darle los resultados que busca, pero “Marcos” ha hecho un movimiento que, se acepte o no, colocó al gobierno federal contra las cuerdas.
Uno de los primeros detalles que habría que tener en cuenta es que el zapatismo no quiere que sus comunicados de reaparición sean vistos en “paquete”. Si “Marcos” los numeró tiene que entender que desea que sean vistos de manera individual.
Así, el primer mensaje resulta más que una respuesta a la Secretaría de Gobernación por aquello de “no nos conocen”. El documento es una verdadera descalificación política del gobierno federal, de los partidos políticos, de Andreś Manuel López Obrador y de los intelectuales.
Con ello, “Marcos” pone en claro su intención de que, cualquier tipo de diálogo con los zapatistas se realice en los terrenos del Poder Legislativo. Y pone condiciones basadas en lo firmado por el gobierno de Ernesto Zedillo pero no concretado a final de cuentas.
El primer golpe del EZLN queda entonces claro. Nada con el gobierno, pero se puede intentar algo con el Congreso, con la idea claro, de que el Senado es la representación del pacto Federal, en tanto que la cámara de Diputados es la de la soberanía popular.
Después, el segundo comunicado viene a destrozar la soberbia panista. Coloca a Luis H Alvarez al borde del ridículo y lo exhibe como un hombre que en su papel como negociador en Chiapas, se dejó engañar y manipular.
Y de manera paralela, lanza un durísimo ataque en contra de Felipe Calderón en lo particular, y del PAN en lo general.
Eso parece ser una clara advertencia de lo que puede pasar si el PAN se muestra renuente a un acercamiento con los zapatistas. “Marcos” es más que claro en este terreno. Y Alvarez debe haber entendido el tamaño del mensaje cuando se le pide que, si tiene dignidad, renuncie al PAN y se marche a vivir con los indígenas en Chihuahua, para que entienda de que se está hablando.
Finalmente, “Marcos” en el tercer comunicado, habla del programa de acción del EZLN. Y no se requiere de una gran capacidad para entender que lo que el EZLN entendió del Pacto es que existe una oportunidad para reagrupar a las comunidades indígenas de todo el país. Y por supuesto, el RZLN quiere aprovechar la ocasión. Y como su poder y fuerza es ahora más importante que hace doce años, entonces se coloca como cabeza visible para coordinar, o al menos estar en ello, a las agrupaciones indígenas del país.
Y todo ello, por supuesto, ha colocado al gobierno de cabeza. Y ha prendido las luces de alarma en el Congreso. Y la razón es simple. El gobierno queda amarrado de manos. Y el Congreso sometido a una presión enorme. Cualquier error, por menor que pueda ser, servirá para que el EZLN descalifique a todo mundo.
Con todo lo que ello significa.
QMX/nda