PERSPECTIVAS: Más que discursos

09 de enero de 2013
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9:18
Norberto de Aquino

Las primeras semanas del gobierno de Enrique Peña Nieto han mostrado que se quiere ir mucho más allá de los discursos. Se ha pactado con las fuerzas de oposición y se ha presentado a la Nación un listado importante de ofertas y promesas. Pero, a final de cuentas, hasta el momento, poco se conoce de la forma en que todas esos compromisos se llevarán a la práctica.

El tema de la seguridad ha servido de cimiento para buena parte de las promesas. Y lo mismo sucede con el asunto de la educación que, dice el gobierno, tiene en marcha ya su “gran reforma”.

Pero a la hora de la verdad, en ambos casos, lo que hace falta es llegar al fondo del “cómo” es que se harán las cosas.

Y el asunto de la educación bien podría ser un ejemplo claro de lo que sucede. Hay firmeza en las palabras y se quiere mostrar dureza en las acciones. Se lanzó un compromiso al asumir el poder y se presentó una iniciativa para desatorar el problema de la enseñanza en nuestro país.

Pero la verdad es que, discursos aparte, la famosa reforma educativa es cualquier cosa, menos la solución al problema de la baja calidad de educación que enfrentamos como nación.

Poner freno a ciertos controles por parte de los sindicatos no es la solución final. Puede ser, en el mejor de los casos, un inicio. Pero en ningún momento se toca el tema importante que no es otro que el de la formación de los maestros y los programas de capacitación para mantenerlos preparados de manera adecuada, para su labor.

Es cierto que buena parte del presupuesto de cada año, se dedica al renglón educativo. Pero lo que no se dice es que ese dinero, en su mayor parte, está destinado a gasto corriente. Es decir a pago de salarios de todos aquellos que trabajan en el sector.

En el campo educativo hay una enorme burocracia, derivada de los muchos organismos y entidades que se encuentran en el área. Así, el aumento, cuando lo hay, es imposible que se refleje en la mejoría de la enseñanza.

Y además, ¿cuándo se enfrentará de fondo, el tema de las normales? Esto es, ¿cómo y de qué manera se hará frente al difícil tema de la formación de los maestros?

Los sindicatos, con todos los problemas que conocemos, no son más que las organizaciones en donde los profesores tienen que caer una vez reconocidos por el gobierno. La formación y la capacitación magisterial le toca al gobierno ¿Cuándo se debatirá el tema para poner en marcha las soluciones?

Controlar a los sindicatos es importante y puede a la larga, tener beneficios. Pero sin la calidad en la enseñanza, la mejoría de fondo no llegará por más discursos que se presenten.

Lo que el país requiere es que, de una buena vez y ante el debate sordo que se lleva al cabo en todas las trincheras educativas, es que el gobierno defina su posición. Y ello tiene que arrancar con toda precisión al establecerse qué es lo que se piensa por ejemplo, en relación al artículo 3o constitucional en lo que se refiere a la enseñanza laica y de calidad.

De ahí en adelante, tendría que poner en blanco y negro, qué y cómo se piensa que debe ser la verdadera reforma educativa y el tiempo en que se piensa tendría que dar resultados de fondo.

En tanto ello sucede, todo lo que se diga no pasa de ser un buen discurso y una intención aceptable. Al gobierno le falta el cómo. Y por lo visto, no parece muy dispuesto a entrarle al tema. Al menos no por el momento.

QMX/nda

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