
Alfa omega
Poco a poco, pero de manera firme y segura, las diferencias entre las muchas izquierdas que existen en el país se clarifican. Y la idea de “modernizar” PEMEX y de llevar el IVA a medicinas y alimentos se convierte en el campo de batalla en el que esas diferencias tendrán que ser resueltas de manera definitiva.
Para el grupo en control de las siglas del PRD, que es el mismo que decidió firmar el Pacto por México, la situación no es sencilla. Han manifestado su crítica a la posibilidad de que PEMEX sea privatizado, y que el IVA se modifique.
Pero nadie confía en esa postura. Los “Chuchos” en realidad, carecen de margen de maniobra. Dependen políticamente para sobrevivir en el poder, de lo que el gobierno de Enrique Peña Nieto pueda hacer por ellos.
Se entregaron bajo la conducción de José Murat al acuerdo, con la idea de tener un soporte ante la segura embestida de AMLO y su Morena. Pero ahora, el escenario les resulta difícil de mantener. Han recibido fuertes críticas desde el interior del PRD por la decisión de ir con el gobierno en el Pacto. Y la excusa de la modernidad, no alcanza a resolver el reto.
Pero los “Chuchos” no tienen margen. Y en poco tiempo tendrán que tomar decisiones que de una u otra forma, tendrán un costo en su poder-
Y una de esas decisiones se refiere a Marcelo Ebrard, quien supone tiene el capital suficiente para presionar al perredismo hasta que se le designe dirigente nacional del partido del sol azteca. Pero lo que para Ebrard es algo simple, para el PRD resulta complejo. Aceptar que el exjefe del gobierno capitalino se apodere del partido, colocará a los actuales dirigentes en el peor de los mundos posibles, ya que todo lo bueno se deberá a Ebrard y todo lo malo a ellos.
Además, el arribo de Ebrard al control del PRD significará una drástica reducción en el margen de maniobra política de Miguel Mancera, quien ya en estos momentos padece de presiones de todo tipo de parte de los grupos que le llevaron al gobierno del DF.
Pero eso no es todo. Si Ebrard se alza con el poder en el PRD, AMLO tendrá un solo frente de batalla con la ”otra izquierda”. Esto es, todos sus rivales estarán juntos y será mucho más fácil lanzar su ofensiva, sumando a sus rivales en el ataque al gobierno y a sus proyectos.
Los temas del petróleo y el IVA serán el marco de una gran batalla que arrancará formalmente, el próximo día 17, aniversario de la expropiación petrolera. Ese día habrá por supuesto, discursos, actos y manifestaciones en las que todos los involucrados en la contienda, marcarán la ruta crítica de sus acciones.
Y aún cuando el PRD encabezará un gran evento, o al menos así lo quieren, la verdad es que poco tiene que hacer además de discursos. En cambio, Morena y AMLO podrán ir mucho más allá. Y esperar el momento para descalificar a los perredistas.
La lucha será llevada al terreno electoral. Y el PRD difícilmente podría hablar de críticas al gobierno, ya que entraría en el terreno de la doble moral. Y si bien es cierto que para los “Chuchos” eso no es problema, sí será un elemento a favor de López Obrador.
Por el momento, los perredistas intentan “parecer” críticos y aliados de la sociedad. Pero al momento de la verdad, quedará claro que su compromiso real es con el gobierno, en espera de que el apoyo que brinden les permita mantener el control del PRD. Y en ese momento, Ebrard se convierte en una pieza de negociaciones y presiones. Y al mismo tiempo, los grupos rivales de los “Chuchos” dejarán sentir su fuerza. Y el PRD entrará en una pelea de callejón.
QMX/nda