Libros de ayer y hoy
A siete años de la tragedia, la Secretaría del Trabajo anunció que en el caso Pasta de Conchos, habrá un nuevo peritaje, a fin de terminar si es o no posible el rescate de los restos de los trabajadores que murieron atrapados en esa mina. Y con ello, lo que se abre es la posibilidad de que, ahora sí, se aclare bien a bien, qué fue lo que realmente sucedió y cuáles fueron las verdaderas causas del trágico evento.
Habrá que recordar que hace siete años, en la recta final del gobierno de Vicente Fox, había iniciado una seria confrontación entre la dirigencia sindical, encabezada por Napoleón Gómez Urrutia, y las autoridades del gobierno que decidieron respaldar las actitudes de Minera México.
Justo cuando el gobierno se preparaba para dar un golpe en contra del Sindicato, se registró la explosión que costó la vida a 65 mineros. La tragedia provocó medidas de emergencia y control de daños a la imagen oficial Y desesperación en el sector patronal que luchaba para que la mina no se abriera.
Al inicio del sexenio de Felipe Calderón, el entonces titular del Trabajo y actualmente senador por el PAN, Javier Lozano, se lanzó de lleno con la promesa de llegar al fondo del caso. Y prometió una investigación a fondo sobre lo sucedido. Se trataba de las primeras semanas del nuevo gobierno.
Pero todo quedó en palabrería. Se mantuvo la confrontación contra el sindicato y Gómez Urrutia a quien se persiguió con singular empeño, sin que nada se le pudiera hacer. Los deudos de los mineros lucharon por lograr el rescate de los muertos. Pero todo se les negó. La Cámara de Diputados realizó una investigación sobre los sucesos y llegó a la conclusión de que había responsabilidad de parte de Minera México y de las Secretarías del Trabajo y de Economía, amen de que Gobernación no había cumplido con sus obligaciones en todo el caso.
El tiempo se consumió. Y como se sabe, no se llegó a ninguna parte. Javier Lozano protegió a los patrones y se enfrentó una y otra vez contra los trabajadores y llegó incluso, a criticar a legisladores del PAN que pedían atención a los deudos.
Ahora, el nuevo gobierno anuncia un nuevo peritaje para determinar si es posible o no, el rescate de los restos de los mineros muertos. Pero con todo lo importante que resulta el rescate, la parte central sería que si se determina que se puede entrar en la mina, se tendría la oportunidad de trabajar en el terreno de las condiciones de trabajo en que se desempeñaban los mineros.
Esto es, se tendría la oportunidad de determinar si la minera brindaba a sus empleados, las condiciones laborales a que está obligada por ley y si el equipo de los mineros era el adecuado.
Y con ello en las manos, se tendría entonces, la posibilidad de determinar si hay o no, violaciones a la ley y determinar responsabilidades en todos los niveles.
Líderes sindicales, autoridades y patrones tendrían entonces una razón muy seria para preocuparse. A lo largo de siete años se han opuesto a que la mina se reabra para realizar el rescate de los mineros muertos. Y ahora, la realización de un nuevo peritaje no debe ser una noticia agradable.
Y para el nuevo gobierno, esta es una apuesta muy elevada. Si el fallo no resulta satisfactorio para los deudos en lo particular y para la ciudadanía en lo general, lo que se tendrá en las manos no será otra cosa que una nueva víctima de la tragedia. Sólo que esta vez no será en las finales de los mineros de donde saldrá, sino del equipo del gobierno de Enrique Peña Nieto.
QMX/pt