PERSPECTIVAS: Reforma administrativa

17 de diciembre de 2012
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9:42
Norberto de Aquino

Tal y como se esperaba, la incapacidad política de la bancada del PRI en el Senado de la República tendrá que ser remediada mediante medidas de emergencia. Y toca el turno a la reforma administrativa mediante la cual desaparecen la SSP y la Secretaría de la Función Pública, propuesta por Enrique Peña Nieto y entrampada por las oposiciones, gracias a las muchas fallas del coordinador de la bancada tricolor en la Cámara Alta.

Como se sabe, el proyecto presidencial enviado desde antes de que arrancara el nuevo gobierno desaparecía dos dependencias de primer nivel y dotaba a la Secretaría de Gobernación de poderes políticos y policiacos que a ciertos sectores de la oposición no gustaron.

La Cámara de Diputados aprobó sin problema el proyecto, pero en el Senado no se logró sacar adelante la iniciativa y el naciente gobierno se vio obligado a iniciar sus funciones sin los cambios que consideraba necesarios para mejorar su labor.

Del mismo modo que había sucedido con la reforma laboral, en el Senado los priístas comandados por Emilio Gamboa, no pudieron resolver el reto de las oposiciones. Y como en aquel caso, fueron vencidos y obligados a aceptar las reformas hechas al proyecto original, a pesar de que en esta ocasión, para la reforma administrativa, dichas reformas violentaban la constitución.

Ahora, con la Cámara de Diputados dando paso a las modificaciones de los senadores, sólo para poder presentar una controversia constitucional y evitar que los cambios sean efectivos, el problema de fondo queda a la vista: en el Senado la mayoría priísta no puede alcanzar acuerdos de fondo con las oposiciones.

De todos los proyectos llegados al Congreso en esta Legislatura, sólo la ley de ingresos ha logrado salir avante. Hay dos proyectos de EPN atorados y quedan en el camino por arribar, la reforma educativa y tal vez, el tema de la deuda y el de la banda ancha.

Pero si para poder sacar adelante el tema de los ingresos Emilio Gamboa se vio en la necesidad de reunir a los líderes de las oposiciones con el Secretario de Gobernación, la pregunta que va y viene en el Senado es si en cada caso importante, se requerirá de apoyo externo para poder resolver los temas agendados.

En otras palabras, los senadores de oposición saben que con sólo apretar un poco, pueden lograr mucho más, ya que el gobierno tendría que enviar a un negociador externo a reforzar a su bancada. Ello les permitiría negociaciones de otro nivel. Y tal vez, posiciones que por el momento no tienen.

Lo de menos es encontrar una salida para cada modificación que han las oposiciones en el Senado. Si no se trata de una controversia, se pueden aplicar otras medidas. El problema es que, a partir de ahora, todo mundo sabe en el PRI que para los proyectos importantes que deban pasar por el Senado, se requerirá de un plan de emergencia, ya que los más probable es que se deban enfrentar a modificaciones de las oposiciones, en las que el problema sería la incapacidad priísta para alcanzar los consensos.

Así, el plan podría ser adelantar vísperas. Y encontrar una vía de negociación alterna. Esto es, una ruta externa al Senado, para que las votaciones, cuando lleguen, tengan ya el acuerdo necesario para salir adelante.

Lo que por el momento es seguro, es que el Senado, con mayoría priísta, no ha logrado nada que no sea demostrar la incapacidad política reinante. Y ello debería obligar a decisiones políticas. Y en tiempos más o menos cortos.

QMX/nda

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