PERSPECTIVAS: Reforma Educativa

Queda claro que la llamada reforma educativa presentada por el gobierno está dirigida más al ámbito político administrativo que al educativo y por ello, la propuesta de cambios hecha por el rector de la UNAM, José Narro, se convierte en un elemento a seguir.

Si la propuesta del gobierno va encaminada al control político de los sindicatos, o si se prefiere, a modificar la estructura de decisiones en el sector, pero no a mejorar en sí el proyecto educativo, la idea presentada desde la Universidad Nacional se convierte si no en el eje de todo el proyecto, sí en una agenda que tendrá que debatirse.

De entrada, si la iniciativa oficial es claramente insuficiente para reestructurar el sector educativo y para colocar al país en la ruta adecuada, no deja de ser un movimiento con un valor político. Acotar el poder del magisterio y dejar en manos del gobierno todo lo que son las decisiones de fondo en materia de educación.

De esta manera, las ideas lanzadas por Narro se convierten en un segundo capítulo de la iniciativa del gobierno. Y aquí aparecen entonces, los ingredientes que hay que tener en cuenta.

Para nadie es un secreto que la relación entre Elba Esther Gordillo y la UNAM no es precisamente la mejor. Tampoco lo es el que la UAMN tiene, de un tiempo a la fecha, varios y serios señalamientos sobre los problemas en el sector educativo

Y para nadie es una sorpresa el entender que la UNAM o al menos sus autoridades, tienen una relación bastante buena con el nuevo gobierno federal. Y ello obliga a pensar que bien pudiera ser que la idea de la reforma educativa fuera lanzada en dos vertientes. Uno, el político, a cargo del gobierno y, el otro, con un contenido educativo y de ideas importantes, pero lanzadas como temas a desarrollar, por parte de la UNAM.

Esto en buen romance, significaría que a la señora Gordillo se le ha arrinconado. Los pilares sobre los que podría descansar una respuesta política están minados. Y las alianzas educativa quedan fuera de alcance, ya que las instituciones importantes, como la UNAM, tienen un proyecto de cambio de fondo.

Pero si esto fuera poco, queda por llamar a la lista de ingredientes a tomar en cuenta en todo este asunto, al encuentro entre el Secretario de Educación y el Embajador de los Estados Unidos en México. Y todos los “interesados” en el tema, entienden lo que sucede.

Por supuesto, hay puntos a tomar en cuenta como el hecho de que Elba Esther Gordillo se muestre tan dispuesta a respaldar el proyecto. O el que todo se realice con un gran comedimiento.

La verdad sin embargo es sencilla. El gobierno presentó un proyecto político para modificar el artículo 3o constitucional y no una reforma educativa real. La UNAM lanza un listado de puntos a conquistar para mejorar la enseñanza en México. Y la embajada de Estados Unidos se interesa por el tema y ofrece ayuda de diferentes maneras.

Y ello, se quiera o no, tiene un significado.

Y al paso de los días se podrá ver mucho mejor. Especialmente cuando en la Cámara de Diputados el tema avance y llegue al Senado de la República.

QMX/nda