Libros de ayer y hoy
Con la modificación realizada en sus documentos básicos, el PRI entregó sus decisiones internas a la voluntad presidencial y además, creó el ambiente necesario para que las oposiciones, especialmente los grupos de izquierda, se vean obligados a decidir entre el Pacto por México y la verdadera representación social.
El PRI decidió abandonar posiciones ideológicas. Se les consideró dogmas que a nada conducen. Y con ello, dio el paso necesario para que el gobierno decida hasta dónde ir en el caso del IVA en alimentos y medicinas, y cómo abrir PEMEX a los capitales privados, nacionales o foráneos.
Pero el paso dado no significa que los problemas estén resueltos. Por el contrario. En el seno del otra vez partido en el poder, es claro el malestar de muchos grupos. Y en el PAN y el PRD a partir de ahora, las decisiones serán más complejas y de mayor riesgo.
El malestar en el PRI podrá ser aplacado a base de fuerza y disciplina. No hay futuro para quienes no apoyen las indicaciones del gobierno. Pero ello también podría provocar una nueva sangría de cuadros en el Revolucionario Institucional.
Para los panistas las cosas no son tan sencillas, por más que cada día son más claras. Los grupos en pugna saben que el gobierno federal está decidido a tomar parte en la lucha por el control de lo que queda del PAN.
Todos saben que para el gobierno de Enrique Peña Nieto el candidato “adecuado” para dirigir a Acción Nacional a partir de la última parte del año, será el grupo de Gustavo Madero, ya sea con él mismo en los controles, ya sea por conducto de uno de sus aliados y representantes.
Los panistas han entendido perfectamente bien el sentido de los mensajes que han salido desde el poder federal. Saben que el caso Elba Esther Gordillo tiene filos que, de muchas maneras, alcanzan la línea de flotación del grupo de Felipe calderón. Saben que Ernesto Cordero, uno de los escollos más firmes encontrados por el gobierno de Peña Nieto al inicio de su gestión, ha sido tocado por el tema de la no investigación en su momento, de las irregularidades de que se acusa a la maestra.
El PAN sabe que el mensaje tiene como beneficiario a Gustavo Madero. Y saben que Los Pinos han tomado ya una decisión.
Pero también saben que es el momento de dar la batalla. Y que la reforma fiscal podría abrirles una oportunidad para recomponer muchas cosas.
Para el PRD las cosas serán mucho más complicadas. Jesús Ortega y Jesús Zambrano, tiene toda la intención de ir hasta el final con el gobierno de Enrique Peña Nieto. Pero les queda claro que el problema del IVA en alimentos y medicinas por un lado, y la reforma energética por el otro, abren un frente de batalla en el que no pueden mostrarse como aliados del régimen. Entienden perfectamente, que todo el escenario favorece a Andrés Manuel López Obrador. Y no tienen duda de que cada muestra de apoyo al Pacto por México, le dará a Morena ventajas sobre el PRD.
Por ello han aparecido ya las primeras señales de que respaldar al Pacto es respaldar las medidas de privatización en PEMEX y de aumentos en el IVA.
Para los Chuchos mantener la posición de “progresistas” no será fácil. Pero también llegó la hora de pagar los favores recibidos.
Y todo ello lo sabe AMLO. Y la batalla apenas inicia. El PRI dio el paso legal que se requería al modificar sus documentos básicos. Pero esa fue la parte sencilla. Ahora, cuando el gobierno inicie los pasos decisivos hacia las reformas que pretende, entonces las posiciones se clarificarán. Y se sabrá qué tanto las estrategias enfrentadas, fueron efectivas. Especialmente en los partidos de oposición.
QMX/nda