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CIUDAD DE MÉXICO, 24 de julio de 2022.- Hace varios años el periodista J. Jesús Esquivel coincidió en una ceremonia con una banda de música de la entonces Policía Federal (PF), más allá de alguna crítica por la forma de ejecutar alguna melodía, el encuentro con los músicos que representaban a la corporación generó de forma espontánea una pregunta y a la vez queja del comunicador: ¿Por qué en vez de estar tocando aquí estos policías no están en otro lado investigando?
-También eso hacemos, lo que pasa es que usted no lo sabe pero sí investigamos- respondió un Comisario de la PF y remató “no todos los policías son corruptos”.
De esta manera surgió Las operaciones secretas de la Policía Federal, el más reciente libro del corresponsal de Proceso en Washington, editado por Debolsillo, en el cual narra 10 casos emblemáticos que evidencian el profesionalismo con el que actuaron miembros de la corporación para investigar, seguir y detener criminales de alto perfil, pese al desprestigio que pesaba sobre la institución.
En entrevista, J. Jesús Esquivel advierte que no se trata de una apología de una corporación policíaca, sino “simplemente hacerle conocer al lector y a quien lo quiera ver, que como en todo hay excepciones, porque el desprestigio de la Policía Federal se lo ganaron a pulso, sobre todo en el sexenio Felipe Calderón, porque tuvieron de jefe al más corrupto de los corruptos en términos policiacos, Genaro García Luna, así como a Luis Cárdenas Palomino”.
El periodista recopila momentos clave de acuciosas y profesionales investigaciones dirigidas por policías federarles que llevaron a la detención del asesino de la activista Maricela Escobedo, el intento de soborno millonario a los policías federales que detuvieron a Joaquín El Chapo Guzmán e incluso los casos en donde agentes de la extinta corporación mexicana tuvieron que pedir ayuda de tecnología en poder de la DEA o del Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos, debido a que el Gobierno Mexicano no se las proporcionaba o por temor a que la información fuera filtrada.
“Este libro, de eso se trata, demostrar que no todo está perdido en México, pero que como ahora todo está fusionado en la Guardia Nacional, muchos de esos policías no los están utilizando como deben… En México hay buenos elementos profesionales de la ex Policía Federal y que no son aquellos que se integraron porque eran amigos o recomendados. Estoy hablando de comisarios de carrera”, aseveró el también autor de la DEA en México.
-¿Cuál crees que será el futuro de la Guardia Nacional si se considera que una corporación policial no se forma de la noche a la mañana?
-El futuro no lo sé, lo que sí está claro es que bajo los mandos militares no se desarrollan investigaciones de inteligencia como lo hacían los civiles, además la Constitución Política mexicana prohíbe –al menos que ahora se cambien las cosas lo cual se ve complicado– que sean los efectivos del Ejército y Marina, quienes estén patrullando las calles como si fueran civiles.
Por eso ahí tienes lo que hace la Guardia Nacional, que solo patrulla, no arresta, no persigue a nadie, se la pasa patrullando calles y eso es lo que el libro quiere decir: Si hay en la Guardia Nacional elementos que desarrollaron operaciones de investigación de éxito, aprovéchalos.
Otro gran problema que tuvo la Policía Federal fue su cerrazón, no hablaban con los medios, precisamente porque perdieron credibilidad, porque eran una corporación corrupta y nadie confiaba en ellos. Pero siempre dentro hay alguien que marca la diferencia.
¿Se está aprovechando la capacidad de estos ex policías federales que se han integrado a la Guardia Nacional?
-Eso depende del general Rodríguez Bucio, si lo sabe aprovechar o no. Muchos de estos ex policías federales que no eran corruptos optaron por renunciar o por irse a trabajar a los servicios de seguridad privados o simplemente dijeron, “pues si no nos toman en cuenta, adiós”.
Ese es otro de los grandes riesgos que hay en México, la falta de remuneración y desesperados. Muchos que lo han hecho se integran al crimen, porque conocen las tácticas de investigación.
No puedo vaticinar que va a ocurrir, porque eso depende de la inclusión que haga de la Guardia Nacional, porque militarizada no funciona, por lo menos hasta ahorita no ha bajado el crimen, las desapariciones, las ejecuciones, porque no investigan, eso lo está realizando el Ejército y la Marina; entonces, se pregunta uno ¿para qué la Guardia Nacional está ahí?
-Un peligro que destacas en el libro no solo es la influencia que ejercen grupos criminales sino la presencia de la corrupción de grupos políticos
-Lo tenemos muy claro con el caso de García Luna, el ex secretario de Seguridad acusado de narcotráfico, no hay que olvidar que él fue director de la Agencia Federal de Investigación. Por ejemplo en el caso de la investigación de Marisela Escobedo, lo que cuentan los policías es que no contaban con el respaldo de las autoridades estatales de Chihuahua, pero a pesar de esto así hay oficiales que creen en México y en la sociedad. La corrupción política siempre va a ser el principal obstáculo para que las investigaciones tengan éxito sobre todo si están siendo sobornados por el crimen organizado: ¿cómo van actuar en contra de quienes les pagan dinero?
¿Requiere México una corporación policial de largo aliento que trascienda los cambios de gobierno y que no esté a merced del gobernante en turno?
-¿Por qué crees que Inglaterra, Israel y hasta Estados Unidos, cuando hay un cambio de Gobierno, cambian a los políticos no a las corporaciones. Si esto fuera lo contrario, por ejemplo en Estados Unidos se hubieran presentado corporaciones diferentes como el FBI, que es como la par de lo que sería la Policía Federal en México o en Israel, que son tan efectivos y todo mundo los anda contratando. Se les tiene que mantener y dar seguimiento, imagínate cada vez estar empezando de cero.
¿La reinvención de corporaciones policiales ha sido un problema de seguridad en México?
-En México como no se les remunera bien, caen en la corrupción, pero esto se puede evitar si se cuenta con elementos profesionales. Pero cada cambio de Gobierno viene con una idea diferente y en lugar de hacer un escrutinio de los elementos que han funcionado, los cambian.
Cuando empezó la Guardia Nacional, publiqué un texto en la revista Proceso alertando que en el Aeropuerto de la Ciudad de México habían colocado a gente cercana a García Luna y Luis Cárdenas Palomino; a los días de que publiqué eso, suspendieron a esos elementos, pero no sabemos si los investigaron porque justamente todos se mantiene así, en la opacidad. Por eso es importante el escrutinio en las corporaciones policiales. Así como hay corruptos también hay gente que cree en México.