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href=»http://mexico.quadratin.com.mx/pese-a-la-tecnologia-el-libro-de-texto-perdurara-por-mucho-tiempo/libros/» rel=»attachment wp-att-78860″>CIUDAD DE MÉXICO, 18 de enero (Quadratín México).- Aun con las nuevas tecnologías, el libro impreso persistirá por mucho tiempo, considera Elsa Margarita Ramírez Leyva, del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI) en un estudio sobre cómo se lee en México.
“Estamos en la etapa del incunable electrónico. Desde luego, han empezado a surgir diferentes tipos de escritura en esa forma, que propician modalidades de lectura distintas a las que han prevalecido en los medios impresos, pero sin duda, estamos en una etapa inicial”, comentó.
El imperio del libro impreso y las maneras de leer que se han estructurado a partir de un texto escrito continúan; a la vez, éste convive con las innovaciones originadas por la tecnología electrónica, que han dado lugar a la hipertextualidad, que nos anuncia las transfiguraciones por venir, el soporte y las maneras de leer.
Ramírez Leyva, autora del estudio “La lectura en los tiempos de Internet”, ha analizado la experiencia de esta actividad intelectual y recreativa.
En cuanto a la lectura en una pantalla, la experiencia difiere: la computadora de escritorio puede resultar incómoda, sobre todo en textos que requieren más tiempo. Lo dicen los jóvenes: leer en computadora cansa, sobre todo si es por un lapso prolongado.
“Sin embargo, los colegas del área científica conforman un sector que produce y consume revistas electrónicas; es más, las prefieren a las otras porque, como su proceso editorial es mucho más breve, les permite estar actualizados de los avances en menor tiempo, y les facilita el trabajo en equipo y acceso a los contenidos desde cualquier lugar”, comentó.
También ahora uno puede leer en los teléfonos celulares, desde mensajes breves, hasta el periódico (en Japón ya han aparecido versiones de libro para este tipo de artefactos).
Otros soportes de lectura como los diferentes tipos de tabletas favorecen la lectura de un texto largo, pues su formato tiende a semejarse cada vez más al del libro. Con ciertas ventajas, sus aplicaciones permiten manipular el tamaño de la letra, hacer anotaciones, consultar el diccionario, incluso enlazarse a otros sitios, si se cuenta con conexión a Internet.
En una investigación efectuada por Ramírez Leyva entre estudiantes de bachillerato de la UNAM, ellos dijeron preferir las fuentes digitales de información si se trata de sus tareas, y el libro impreso en el momento de leer, porque las sensaciones que les causa este objeto son más placenteras.
Incluso, algunos expresaron preocupación por el tiempo que sus hermanos menores dedican a navegar por el ciberespacio o a jugar videojuegos.
“Pese a que pertenecen a la denominada generación digital, se observa que no aprovechan el potencial que les ofrecen los medios impresos y electrónicos, como la biblioteca digital de la UNAM.
Con relación a la calidad de los libros que circulan en Internet, muchos de los cuales pueden ser descargados sin costo, la especialista dijo que a través del tiempo, la calidad siempre ha sido un asunto complejo.
Gran cantidad de obras son aceptadas o discriminadas por cuestiones morales o políticas; es decir, los valores y las ideologías varían de una época a otra y de una sociedad a otra, refiere la investigadora en un comunicado de la UNAM.
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