Revira Fernández Noroña ante amago de Trump sobre aranceles
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de agosto de 2016.- La presidenta de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, Hortensia Aragón Castillo, pidió cuentas de los gastos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), antes de aprobarles un próximo presupuesto, en virtud de que no se observa un reflejo de las actividades que realizan como “el trato a las mujeres embarazadas, la violencia sexual y la violencia política, entre otros temas”, se lee en un comunicado del Grupo Parlamentario del PRD.
Durante la reunión de trabajo de la Mesa Institucional Presupuesto para la igualdad entre mujeres y hombres. Anexo 13, la parlamentaria comentó que ambas instituciones deben informar claramente sobre sus quehaceres y también inmiscuirse en la educación, la violencia, la sexualidad, que son temas de actualidad y que preocupan a la sociedad.
En su exposición ante diferentes instituciones públicas, la diputada federal propuso cambiar el Anexo 13 porque ya no está a la altura de las circunstancias de la sociedad y planteó que la participación de los hombres en las instituciones sea para que se les eduque y cambien su mentalidad patriarcal, y no “para que se lleven el dinero que les corresponde a las mujeres”.
Añadió que de las 159 organizaciones sociales a las que el Inmujeres les otorga un presupuesto, estas deberían de transparentarlo para conocer de cerca sobre su manejo en programas asignados, ya que no se conoce con exactitud lo que hacen con los dineros presupuestados en la Cámara de Diputados.
La legisladora se preguntó: ¿Qué es lo que se necesita para cambiar las leyes y, así, empoderar a estas instituciones que fungen en la sociedad como instrumentos de aplicación de las políticas de género?
Aseguró que tanto el Inmujeres como la CDI deben agendar el tema de la violencia política porque hay quejas de regidoras, síndicas y presidentas municipales, en el sentido de que no existe un respaldo para ellas como servidoras públicas en sociedades patriarcales e, incluso, han tenido que renunciar a sus cargos.
Finalmente, Hortensia Aragón manifestó que “la iglesia y distintas expresiones de la sociedad atosigan a un secretario de Educación señalando que no debe haber educación sexual en los libros de textos y, mucho menos, que se hable de familias con padres del mismo sexo”.