Con cédula digital avanza IMSS en la transformación de sus servicios
CIUDAD DE MÉXICO, 10 de octubre de 2018.- Pese a que entre el 10 y el 20 por ciento de los adolescentes experimentan problemas de salud mental, estos no se diagnostican ni se tratan en la gran mayoría de los casos, advierte la Organización Mundial de Salud durante la jornada dedicada a concienciar sobre ese aspecto del bienestar integral de las personas.
Ante ello, el Secretario General de la ONU recordó que la mitad de los problemas de salud mental empieza a los 14 años y que su efecto puede ser devastador debido a la falta de diagnóstico y tratamiento adecuados.
“Una salud mental pobre durante la adolescencia impacta el desarrollo educativo e incrementa el riesgo de abuso de alcohol y drogas, así como el comportamiento violento de las personas. Además, el suicidio es una de las grandes causas de muerte entre los jóvenes”, apuntó Antonio Guterres en su mensaje con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, celebrado cada 10 de octubre, que se centra este año en los adolescentes, un segmento que constituye la sexta parte de la población global y que no recibe atención sanitaria cuando padece trastornos mentales.
Prevención y tratamiento
De acuerdo con la ONU, la gravedad de las secuelas que pueden tener, la mayor parte de esos trastornos es prevenible y tratable, sobre todo si se presta atención a la salud mental desde una edad temprana.
En este sentido, Guterres enfatizó la necesidad de que la salud mental se integre a los sistemas nacionales sanitarios y de bienestar social como parte de la cobertura sanitaria universal.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud , la depresión y la ansiedad destacan entre los máximos detonadores de enfermedades y discapacidades y el suicidio es el segundo motivo de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años, una situación exacerbada con la información sobre el comportamiento suicida difundida en los medios digitales.
Además, muchos países registran altos niveles de alcoholismo y drogadicción adolescentes y la incidencia de trastornos alimenticios también es preocupante.
Desafortunadamente, las personas con problemas mentales siguen siendo estigmatizadas y sufren marginación, por lo que en muchos casos no buscan ayuda.