Arrecia el frío en CDMX; activan alertas en 5 alcaldías para este lunes
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de abril de 2017.- Poncio Pilatos complació a los sacerdotes, fariseos y escribas de Sanedrín en su petición de mandar a la cruz a Jesús de Nazaret.
Sin encontrar delito que perseguir, y luego de enviarlo con el rey de Judea Herodes, que se mofó del carpintero y le pidió un milagro, Pilatos tuvo de regreso a Jesús y ordenó darle unos azotes.
Lo anterior forma parte de la representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, llevada a cabo este viernes santo en la explanada delegacional.
La interpretación continuó y los sacerdotes querían más y Pilatos intentó salvar al nazareno y ofreció liberarlo a él o a Barrabás el asesino.
«Suelta a Barrabás», gritaron en coro. «Que suelte a Barrabás», insistieron.
«Dejad libre a Barrabás», dijo un azorado Pilatos mientras Barrabás a carcajadas celebraba su libertad.
La suerte de Jesús estaba echada. Pilatos hizo un último
Intentó para salvarlo y pregunto «¿qué hago con Jesús?».
El coro respondió: «crucifícale».
Para empujarlo a tomar la decisión de crucificarlo incluso amenazaron al romano de quejarse ante el César.
Pilatos cedió al grito popular y ordenó crucificarle pero se lavó las manos para simbolizar que no tenía responsabilidad.
«Soy inocente de la sangre del Cristo», advirtió, como si fuera un antecedente del «¿Y yo por qué?», de algunos políticos.
El Viacrucis de Jesús comenzó en la Pasión de Cristo de Iztapalapa.
Fue sentenciado a ser crucificado y a la muerte bajo el cargo de sedición.
Además de él, lo acompañarán en una sentencia similar los ladrones Dimas y Gestas.
Miles de personas llenaron la plaza y las calles para ver la representación, y cómo Jesús carga la cruz.