Teléfono rojo
Una persona que quiere venganza guarda sus heridas abiertas. Sir Francis Bacon (1561-1626) Filósofo y estadista británico.
Durante décadas los policías que hacían “favores” al gobierno en turno, se sentían “intocables” ante la acción de la justicia por sus responsabilidades penales en abusos en el ejercicio de sus actividades.
Este pensamiento aventurero, se justificaba en los gobiernos represores anteriores a Miguel de la Madrid. De ahí en adelante, la regla se rompió.
Así, podemos encontrar a lo largo de la historia moderna del país, infinidad de casos donde esos policías se convertían en auténticos parias y perseguidos.
El primero en caer en esas garras, fue Arturo Durazo, amigazo de José López Portillo y quien se enoja con Miguel de la Madrid por el hecho que no quiso dejar las casas que había comprado con dinero que nadie conocía su origen. Por ese motivo, fue a dar a la cárcel.
En ese mismo sexenio, se persiguieron a otros policías como Miguel Nazar Haro, José Antonio Zorrilla y, por abusos y delitos cometidos en aquellos años, los generales Francisco Quiroz Hermosillo y Mario Acosta Chaparro.
Ambos fueron los brazos ejecutores de la llamada guerra sucia de los setentas y ochentas contra la guerrilla rural y urbana, que dejó una larga lista de muertos, que hasta el momento no ha quedado esclarecida.
Y, así podemos mencionar a muchos más.
Pero, lo relevante es que ahora vemos que no habría perdón a infinidad de abusos cometidos en casi doce años de ser el brazo represor de los gobiernos panistas, a Genaro García Luna a quien se le acusa de diversos delitos cometidos en el ejercicio de la función pública.
Quizá no lo acusen por los más de 2 mil personas que metió a la cárcel con argumentos que no merecían un reconocimiento oficial y que muchos jueces los liberaron por “falta de méritos”; ni por los mecanismos anticonstitucionales solapados por gobiernos como el de Vicente Fox y Felipe Calderón, mediante supuestos “testigos protegidos” o arraigos en cárceles de la policía, lo que está totalmente fuera de la Constitución.
Lo van a acorralar por su talón de Aquiles, que era su vanidad. Él quería ser un policía que pasara a la historia y para ello pretendía dejar evidencias documentales como las acciones preparadas para filmar capturas de delincuentes como la Banda de los Zodiacos. De la mano, obviamente, el caso de Florencce Cassez, que fue un escándalo internacional que dejó como saldo una mujer que de acuerdo a los jueces y ministros de la Corte era culpable de secuestro, pero que fue liberada por deficiencias en el procedimiento de su captura.
En fin, podríamos ver que García Luna es el inicio de un juicio en contra de quien tuvo en sus manos tal poder que hacía y deshacía a su antojo. ¿Se le juzgaría por todos los delitos que cometió como secretario de Seguridad Pública o como director de la AFI?
PODEROSOS CABALLEROS.- Diputados encabezado por el perredista Silvano Aureoles determinaron que “las pilas son residuos peligros”. Claro, sin un dictamen científico contraviniendo acuerdos internacionales que México suscribió con otras naciones. Una investigación científica realizada y coordinada por el químico Benjamín Ruiz Loyola, jefe de la Sección de Química Experimental y Aplicada de la Facultad de Química de la UNAM, concluyó: “las pilas primarias del mercado formal en ningún caso constituyen un residuo peligroso desde el punto de vista de su toxicidad”. Otro estudio realizado en el IPN, para valorar la posible peligrosidad de las pilas usadas, concluyó: “el análisis de ciclo de vida muestra que el costo financiero de reciclado y/o confinamiento controlado de las pilas usadas no se justifica en función del potencial beneficio de recuperación de materiales, toda vez que no existe un impacto ambiental significativo”, lo cual es congruente con estudios y análisis realizados en Francia, Reino Unido, Japón y Estados Unidos. Legisladores como Jacqueline Arguelles del Verde actuaron, la noche del jueves pasado, en base a percepciones y no a evidencias científicas. Y es que aprobaron en esta comisión la reforma al Artículo 31 de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos donde se clasificar como “residuo peligroso” a las pilas y baterías, a pesar de que son considerados como “residuos sólidos urbanos”. Entonces, si no hay daño al ambiente, si no hay pruebas científicas que coloquen las baterías como “residuos peligrosos” y tampoco hay un beneficio económico en su reciclado estricto; esta iniciativa se presta para pensar en un beneficio dirigido, pues ¿Quién va a ser el ganón de las empresas que reciclan pilas? Aquí se está gestando un sólido negocio bastante tóxico.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPPORATIVA.- Volkswagen de México entregará hasta 150 mil pesos a cada proyecto institucional que esté dirigido a atender a niños necesitados en el estado. Los recursos que se entregarán a través de esta convocatoria son producto de las aportaciones recaudadas entre los colaboradores de la compañía en la campaña anual Un Día para el Futuro, en la que por cada peso que un trabajador dona de su sueldo, Volkswagen aporta otro para integrar este fondo.
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QMX/vsb