Visión financiera/Georgina Howard
Estado de AMLO; súbditos lealtad y obediencia
La obediencia sin libertad es esclavitud.
William Penn (1644-1718) Religioso británico.
Por Víctor Sánchez Baños
Primero hace jurar a sus leales escuderos un voto de silencio, sin porras, durante su vigésimo festejo que tendrá para lanzarse flores a la cabeza, en su festejo millonario por cumplir 5 años de las elecciones en las que ganó la Presidencia, su anhelado sueño de adolescente.
Después, desata a sus corcholatas para que hagan proselitismo en todo el país. Se pelean los 4, a patadas debajo de la mesa. No hay escrúpulo, solo obediencia y lealtad a Andrés. Pero, nadie se sale del huacal. Todos flojitos y cooperando.
AMLO, ya tomó su decisión y no le ha dicho a nadie. Es el secreto mejor guardado por él. No lo sabe nadie, más allá del círculo familiar. Quizá, en caso extremo, como han hecho muchos expresidentes en México, no lo saben ni su esposa, ni sus hijos.
A partir del lunes, con el banderazo de salida que dio el líder nacional de Morena, Mario Delgado, a los que se sientan con ganas, con dinero y fuerza política, para contender por la presidencia de la República, se inició también una forma diferente de hacer política. Ni los fundadores del PRI, a principios de los años treintas hubieran soñado, la burda y absurda manera de violentar la Constitución y las leyes que de ella emanan.
Las cuatro corcholatas del presidente López Obrador, cada uno con su estilo propio, así como los dos colados del Partido del Trabajo y el PVEM, se han desbordado en elogios a quien cobra como presidente de la República en Palacio Nacional.
En esa estrategia por buscar congraciarse con el Tlatoani, no importa dejar en el camino la dignidad. Lo que importa es ganar la candidatura de Morena que, posiblemente, les dé el pase automático, con el voto popular, a la Presidencia del país.
Aquí los ejemplos: Marcelo Ebrard, quien fue el primero en renunciar a la Cancillería, ha buscado por todos los medios dejarle claro a López Obrador, que él le es fiel y que además de su lealtad, está totalmente comprometido con su “el legado transexenal”.
Incluso, para mandar una señal de acercamiento al líder máximo del movimiento guinda, ofreció, en caso de ganar la candidatura y las elecciones, entregarle una Secretaría de gabinete al segundo hijo de López Obrador. De esa manera convertiría Andrés Manuel López Beltrán en secretario de la de la Cuarta Transformación. Nadie sabe a qué se dedica haría dicha secretaría, pero por el momento la señal fue enviada y recibida en el seno de la familia presidencial.
Por otra parte, en todos los medios en los que se ha presentado Ebrad, manda guiños a AMLO. Busca su atención y, por sobre todas las cosas, que su dedo lo señale como el próximo candidato presidencial.
Después, está Adán Augusto López Hernández, quien dejó la Secretaría de Gobernación para iniciar un recorrido por todo el país. Su bandera es la lealtad al 100%. No al 90% como había propuesto López obrador en su ecuación para formar parte del equipo presidencial (90% de lealtad, 10% de experiencia). Ésa es su tarjeta de presentación. Busca demostrarle a líder del Ejecutivo que es el hombre en el cual puede depositar toda su confianza.
Adán, pese a presiones que pudiera tener en el futuro, cuidará de él, su familia, sus colaboradores más cercanos y, para variar, de su proyecto de nación. No hay más.
Por otra parte, la única corcholata mujer, Claudia Sheinbaum, habla de un toque personal, pero no deja de mencionar el tema de la lealtad al presidente de la República. No es para menos, ya que es importante atraer la atención del tabasqueño sobre todo en estos momentos en que, seguramente, no le ha manifestado públicamente su decisión por alguna de sus corcholatas. Así se han comportado los presidentes a través de la historia. No le dicen a su delfín su decisión sino hasta qué esté cerca la campaña presidencial y se ha registrado oficialmente el candidato. Incluso, como Echeverría y Ruiz Cortínez, les dijo a todos que ellos serían los ungidos.
Claudia está muy presionada por las fuerzas políticas internas de Morena, así como por los grupos políticos que se disputan la candidatura presidencial. Sabe que en caso de ser la elegida, le será muy difícil poder curar las heridas que dejarán las refriegas de las próximas semanas por las fricciones que ya han dividido en cuatro grupos al morenismo. La operación cicatriz no la podrá realizar, ni el mismo AMLO.
La cuarta corcholata, Ricardo Monreal, sabe que tiene pocas posibilidades de lograr atraer la atención del presidente, pero busca acrecentar su capital político y posteriormente venderlo al mejor postor o al próximo candidato. Él es un político muy experimentado y se la sabe de todas, todas. Por ello, su juego es atraer la mirada del electorado y seguramente la “corcholata mayor”. Eso importa. Lo relevante es hacer capital, con un mayor número de seguidores, para después buscar la candidatura de Morena por la ciudad de México, a cambio de sus seguidores.
Los tiempos modernos de la política hablan de nuevas acciones. Todos en fila, pero sólo hay un plan A y B entre Adán y Claudia. Marcelo quiere buscar, a codazos, estar en la primera línea. Es un político experimentado también Que es bien visto por los sectores de la clase media, por una parte, como por empresarios que ven en el un social demócrata que no está tirado tan a la izquierda, como algunos de los seguidores de López Obrador. No quieren que se repita la historia de países en bancarrota que sus presidentes Gustavo Petro, de Colombia, Alberto Fernández, de Argentina; Gariel Boric, en Chile, Evo Morales de Bolivia; Daniel Ortega Aragua; o Manuel Díaz-Canel de Cuba.
López Obrador en los siguientes meses de precampaña descarada de sus corcholatas, con dinero de Morena, se deja querer. Seguramente hoy sabe quién será el elegido, pero cree que mientras anden recorriendo el país sus corcholatas crecerá, como está ocurriendo, su imagen como líder único y todo poderoso del país.
PODEROSOS CABALLEROS… GERMAN LARREA, PROTEGIDO: Funcionarios laborales de EU pidieron el viernes a México que investigue presuntos abusos de los derechos de los trabajadores en una mina de Grupo México, propiedad del poderoso empresario Germán Larrea, en el estado central de Zacatecas. Es la undécima denuncia laboral de EU en México en virtud de un pacto comercial de 2020. La solicitud de Estados Unidos sigue a una petición de un sindicato mexicano, Los Mineros, junto con dos importantes organizaciones laborales de Estados Unidos, la AFL-CIO y United Steelworkers. Los grupos alegaron que Grupo México reanudó las operaciones en su mina de plomo, zinc y cobre San Martín e incluso reprimieron una huelga. Otra pintita más al tigre, que es protegido desde las altas esferas del gobierno federal.
RESPONSABILIDAD SOCIAL Y GOBERNANZA…. TELEFÓNICA Y L’OERAL: Con el propósito de empoderar a las mujeres en los entornos digitales, Telefónica y L´Oreal,incorporarán capacitaciones en habilidades digitales al programa de educación e inserción laboral “Belleza por un Futuro” y generarán esfuerzos para erradicar la violencia a las mujeres en el mundo del gaming. Fundación Telefónica Movistar México, de acuerdo a Ana de Saracho, su directora de asuntos públicos.