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CIUDAD DE MÉXICO, 1 de abril (Quadratín México).-Los políticos ya no quieren ser el sector “más odiado” por los mexicanos, ni ser vistos como un “obstáculo” para el avance del país, de ahí la urgencia de la aprobación de las reformas estructurales, reconoció el presidente de la Mesa Directiva en la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra.
Durante su participación en la ceremonia de la promulgación de la Ley de Amparo, ante el presidente Enrique Peña Nieto y representantes de los poderes Legislativo y Judicial, Arroyo Vieyra apuntó que esta nueva legislación fue analizada por los legisladores con profesionalismo, rectitud, responsabilidad, “y, sí, también, con prisa”.
Esto, aseguró, porque ante la urgencia de los mexicanos por ver mejoras en el país, “los legisladores no nos podemos dar el lujo, ni por protagonismos, ni por la mezquindad de una renta partidista, ni mucho menos, de obstruir las reformas que están en ciernes”.
Privilegiar la negociación, sostuvo el político guanajuatense, limpiará la imagen de los políticos, pues ”cuando los Legisladores y la clase política nos ponemos de acuerdo, no estamos haciendo otra cosa que reivindicar la génesis de la política misma y hacer de esta actividad, una que enaltezca al ser humano y no que lo enlode, que lo ensucie o que deprede a las instituciones”.
Insistió en la urgencia de llegar a acuerdos, por encima de las diferencias ideológicas, pues “obstaculizarlos no es sino ponernos en la parte más odiada y en la parte más repudiada, en la que la sociedad tiene a la clase política”.
Francisco Arroyo sostuvo que los legisladores, “específicamente, en la Cámara de Diputados, tenemos la convicción de la conciencia, la rectitud y la honorabilidad” para proseguir con la aprobación de reformas, en beneficio de los mexicanos.
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