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CIUDAD DE MÉXICO, 16 de diciembre de 2021.- Si bien, la crisis por la pandemia Covid 19 dejó 3.7 millones de nuevos pobres en México, el secretario de Gobernación (Segob), Adán Augusto López Hernández, culpó el resultado a las décadas de abandono por parte de administraciones federales pasadas y al sistema económico que privilegió el crecimiento en detrimento de la equidad en la riqueza que generaba.
En respuesta escrita a los senadores, con motivo de su comparecencia ante el Pleno, el encargado de la política interior del país consideró imprescindible destacar que, de acuerdo con las cifras del Coneval, en 2018 el actual gobierno recibió el país con 32.7 millones de personas vulnerables por carencias sociales y otras 9.9 millones de personas vulnerables por los bajos ingresos.
Es decir, al inicio de esta Administración Pública Federal, y sin crisis de por medio, arguyó que habían 42.6 millones de personas que por mera definición no eran pobres, pero que en la realidad estaban apenas en el límite de serlo.
“Insistimos: esta cifra de mexicanos en condición de vulnerabilidad no era de 3.7 o de 4 millones en 2018, sino de 42.6 millones, por lo que sí es un logro que hayamos mitigado los efectos adversos de una recesión que nos llegó de manera externa”, objetó el titular de la Segob a la pregunta: ¿Cómo es posible hablar de logros, cuando hay cuatro millones de nuevos pobres en México?
En el oficio remitido al Senado de la República, la Secretaría de Gobernación asegura que fue gracias a que la política social de esta Administración consistió en dar apoyos líquidos a la propia ciudadanía, especialmente a los beneficiarios de los diversos programas sociales que han impulsado el desarrollo de las zonas más necesitadas.
Con ello se mantuvo la producción del mercado interno, especialmente en lo que se refiere a bienes y servicios de consumo básico. Apoyos que superan de manera significativa los mil 417 pesos de la Línea de Pobreza por Ingresos que marca el Coneval, refuta el documento.
Además del impacto de la recesión económica mundial, el funcionario federal afirmó que afectó a México en menor medida de lo que otros países de América Latina y el mundo. “Hoy día y 18 meses después de haberse implementado las medidas de contingencia sanitaria que impactaron en la actividad comercial, México no tiene una deuda adicional derivado de esta crisis sanitaria, lo cual es un logro notable a destacar porque permitirá destinar el presupuesto federal a los programas de inversión y de bienestar social, en lugar de al pago de deuda pública.
La Segob anticipó que el país tendrá una recuperación económica más pronta que la mayoría de los países y se podrá dirigir el presupuesto al destino de gasto que más conviene para la generación de empleos e inclusión de las zonas marginadas.
“Este enfoque de poner en el orden de prioridades primero a los pobres permitirá que, por primera vez en México, el aumento en la producción venga con una mayor y más justa redistribución del ingreso, de tal suerte que se podrá revertir esta cifra negativa que trajo la pandemia”, vaticinó el secretario Adán Augusto.