Aprehenden a Marilyn, acusada de psiquiatra falsa
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de junio de 2018.- En la conferencia magistral México Desarrollado: la construcción del país que queremos en el Senado de la República, el secretario de Turismo (Sectur), Enrique de la Madrid Cordero, advirtió que aunque las elecciones también sirven para castigar, la que se avecina no es una de denuncia ni de castigo, pues lo que está en juego es el rumbo del país.
«Esta es una elección de rumbo del país; eso es lo que está en juego y eso no lo estamos viendo en la letra chiquita. Pero aguas que, por inconformarse, por castigar, acaben castigando su futuro», aseveró el Secretario de Turismo en el marco del 15 Encuentro Nacional de Titulares de Juventud de las Entidades Federativas,
En su reflexión, el funcionario federal conminó a la necesidad de un México más ambicioso, que quiera ir por más mundo y esté dispuesto a traerlo a más partes del país.
«Estamos yendo despacito, pero vamos avanzando al final del día de manera constante», indicó sobre una de las ventajas de la democracia.
«Yo la verdad es que tuve padres muy generosos conmigo, pero no dejaban de ser padres un poquito más a la antigüita y yo creo que soy un padre súper barco. Pero no es mérito mío o demérito de los anteriores», señaló al referir que hoy la autoridad no se gana sólo por ser padre.
«Hoy se gana si con tu hijo tienes un diálogo, si lo reconoces cuando te equivocas, si tienes un diálogo permanente, si te interesas por sus problemas. Yo no me he podido imaginar a los jóvenes de hoy queriendo un papá gobierno, francamente», reiteró De la Madrid Cordero.
Para el titular de Turismo no es posible imaginar a los jóvenes de hoy que toleren a papás autoritarios y que quisieran un papá gobierno; serían profundamente inconsistentes.
Entonces, pidió imaginar en una sociedad democrática donde más cabezas piensen mejor que una, «piensen en que más mexicanos somos capaces de dirigirnos y de gobernarnos y de marcar nuestro futuro».
«Crean en la democracia con sus debilidades», reiteró en una que admitió avanza lento, pero también se retrocede mucho más lento.
«Me tocó vivir algunas de esas épocas, cuando tenías un gobierno en manos de una persona, si esa persona era moderada, centrada, inteligente, avanzabas; pero si no lo eras, el país retrocedía décadas», eso es lo que está en juego.