Transparencia, el reto de la transición al Inegi y la reforma necesaria
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de junio de 2018.- Nueva Alianza es un instituto político que lucha por una sociedad sustentada en el conocimiento, donde la educación sea la base del desarrollo de un México solidario e incluyente, con igualdad de género sustantiva y una agenda juvenil, para un desarrollo económico sustentable, por eso creemos que si se quiere salvar a México, el verdadero voto útil es por Nueva Alianza.
Así se expresó el presidente nacional turquesa, Luis Castro Obregón, durante su participación en el panel Manifiesto México, organizado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), donde estuvieron presentes los dirigentes nacionales de siete partidos políticos.
El líder aliancista, se añadió en un comunicado, enfatizó que este primero de julio se escribirá un nuevo capítulo de la historia de México, en el que se optará por un cambio con certidumbre o por un salto hacia atrás.
«Por ello postulamos al candidato ciudadano José Antonio Meade Kuribreña, en su carácter de no militante, porque pensamos que es el más preparado, el más capacitado, porque entiende cómo defender al país y no tiene cola que le pisen», indicó.
A pregunta expresa, indicó que Nueva Alianza no ve el tema del salario mínimo como una bandera política o partidista, pues abordarlo de esa forma genera una distorsión en el modelo de desarrollo económico.
«Tampoco hablamos de un minisalario o un salario digno, sino de salario justo», sentenció.
Castro Obregón explicó que un salario justo establece un equilibrio: a determinada calidad, categoría y plusvalía debe corresponder determinada retribución, y para ello se requiere de esfuerzo e incentivos de todo lo que le corresponde otorgar al Estado.
Manifestó que para su organización política está claro que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos debe despolitizarse debe desvincularse del control de las variables macroeconómicas y generar mejores condiciones para otro tipo de salario justo: el que hay entre un hombre y una mujer que desarrollan las mismas funciones y actividades laborales; el que se da entre el norte y el sur o en la frontera y en la costa.
En relación con las economías abiertas y la globalización, el presidente aliancista subrayó que éstas le han dado al país la posibilidad de un desarrollo y una relación económica y comercial que antes no existía.
Sin embargo, dijo, ante la ofensiva proteccionista que inició con la llegada de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos –cuando los norteamericanos expresaron su enojo en las urnas y llevaron al republicano a la Presidencia–, «lo que debemos hacer es elegir al candidato a la Presidencia de México que sea capaz de tomar las mejores decisiones para que México siga integrado a la economía global, para que pueda hacer frente a los desafíos del exterior y podamos diversificar», mediante la experiencia, la capacidad y la trayectoria que ofrece a los mexicanos.
Añadió que en estos momentos en que hay peligros para que se mantenga la globalización, la integración y la internacionalización económica, lo peor que se puede hacer es votar enojados.
Castro Obregón destacó que es muy importante tener congruencia política entre la plataforma y las acciones legislativas en el Congreso, por ello ante opciones electorales en las que se han unido fuerzas políticas de ideologías contrastantes y contradictorias, recomendó a los electores: «Por lo que más quieran, piensen bien su voto».
Al ser cuestionado sobre la postura de su partido en relación a la Fiscalía General de la República, el presidente turquesa sostuvo que esta debe constituirse como un organismo autónomo, y para ello tiene que resolverse el problema de la designación de su titular.
«Debemos generar las condiciones para que el nombramiento no sea un arreglo de cuotas entre partidos políticos, sino que sean los mejores perfiles», pronunció.
Destacó que Nueva Alianza respalda la propuesta de la Coparmex e incorporaría la idea de que se incluya a las mujeres en el proceso de selección.
Y dijo que los institutos políticos deben evitar que en la lucha política y en la competencia, se secuestren los nombramientos y las decisiones de los órganos colegiados.