Preocupa a Estados Unidos destitución de presidente paraguayo

WASHINGTON, 25 de junio (Quadratín México).- El gobierno de Estados Unidos manifestó hoy su preocupación por la rapidez con la que se destituyó a Fernando Lugo, ex presidente de Paraguay, sin embargo evitó calificar la medida como “golpe de estado”.

“Estamos consultando con nuestros socios de la Organización de los Estados Americanos (OEA)”, dijo la vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland.

Señaló que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, se comunicó el fin de semana con el canciller brasileño Antonio Patriota, y que aún no ha decidido llamar a consultas al embajador estadunidense en Asunción, aunque se mantienen contactos cercanos.

“Hemos seguido muy de cerca los acontecimientos, y seguimos un poco preocupados sobre la rapidez del proceso utilizado para el juicio político en Paraguay”, anotó la vocera.

El Consejo Permanente de la OEA se reunirá mañana en sesión extraordinaria para abordar el tema de Paraguay con el fin de analizar si se adoptarán medidas.

Por su parte, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) calificó como “antidemocrático” el juicio político contra Lugo, el caul se desarrolló en un periodo de 30 horas.

“Aunque tiene la apariencia de ser legal, el presidente Lugo fue forzado fuera de su cargo”, dijo Joy Olson, directora de WOLA.

“En la escala de formas antidemocráticas de remover presidentes en América Latina, no llega a ser tan grave como el caso de Honduras, pero el resultado es el mismo”, dijo en alusión al golpe de 2009 contra Manuel Zelaya en este país centroamericano.

“Aunque una gran mayoría del Congreso votó a favor de la destitución de Lugo, el juicio político es el último paso en el proceso democrático y nunca debería ser acelerado. Es trágico que el gobierno de Lugo termine con otra marca negra en la democracia paraguaya”, agregó la funcionaria.

Indicó que el vicepresidente Federico Franco, quien asumió el cargo, “no cumple con los estándares democráticos” y que Estados Unidos no debería reconocerlo como presidente del país sudamericano.

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