Persiguen hasta matar a hijo de empresario asesinado en Tixtla
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de septiembre (Quadratín México).- Según cifras del INEGI, cada 24 horas mueren 46 personas en percances viales, especialmente en carreteras -cifra muy superior al promedio diario de homicidios provocados por el crimen organizado-.
Dicha situación es considerada por el gobierno mexicano como “un asunto de prioridad nacional”, especialmente por los compromisos internacionales firmados para reducir las cifras previstas de víctimas mortales en accidentes de tránsito.
Por esta razón, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) prepara para 2013 una magna “auscultación” de dos terceras partes de la red carretera del país, para lo que pondrá en marcha un Proyecto Público de Inversión (PPI) con valor de 330 millones de pesos.
Sin este programa, asegura la SCT, “no es posible unir esfuerzos para desarrollar las acciones que permitan aplicar un programa para que México cuente con una infraestructura vial más segura y atender el reclamo de la ONU” de disminuir 50 por ciento las muertes que ocurren en las carreteras mexicanas, así como el número de lesionados y discapacitados producto de los accidentes de tránsito en una década.
Según la exposición de motivos del PPI, que deberá ser aprobado en el presupuesto 2013 de la dependencia, “la incidencia de accidentes automovilísticos en las carreteras es cada vez mayor, generando costosas pérdidas tanto humanas como materiales, lo que ha llevado a considerar esta problemática como un asunto de prioridad nacional”.
De acuerdo con las cifras del INEGI, en 2010 hubo 16 mil 559 muertos por accidentes de tránsito en México, y aunque una cifra muy pequeña de los siniestros (6.5 por ciento) ocurrió en las carreteras, del total de decesos en el año, cuatro de cada 10 se produjeron en esas vialidades.
Según el estudio socioeconómico del proyecto elaborado por la SCT, el dinero solicitado se aplicará en una evaluación de los aspectos que inciden en la seguridad vial de 46 mil kilómetros de corredores carreteros, red básica y autopistas (61.3 por ciento de los 75 mil kilometros de la red carretera a cargo de la dependencia que incluyen la red federal libre, las autopistas de cuota y la tercera parte de las carreteras alimentadoras que convergen a la red básica).
La “auscultación” incluirá “la actualización del inventario geométrico, la recopilación de imágenes digitales georreferenciadas, la evaluación y clasificación de caminos atendiendo al riesgo de ocurrencia de accidentes, revisión y evaluación del señalamiento vial, identificación de actuaciones para mitigar riesgos de accidentes, entre otros”.
Esta información se usará en la formulación de los programas estratégicos de gestión de la conservación de carreteras y la seguridad vial de las carreteras a cargo de la Secretaría de Comunicaciones, y con ello elevar la calidad, competitividad y nivel de seguridad de la infraestructura carretera.
A la fecha, reconoce la secretaría, la evaluación de la red carretera se hace mediante sistemas tradicionales, de manera fraccionada, en tiempos distintos y con parámetros diferentes, centrándose en la evaluación del cuerpo de la carretera y su superficie de rodadura.
“Más no en el entorno que representa el derecho de vía” y que “bajo estos procedimientos la SCT no puede abatir el índice de muertes y accidentes, tampoco puede establecer criterios de seguridad vial en la infraestructura carretera”, puntualizó.
La evaluación o auscultación determinaría también la clasificación de las carreteras atendiendo a su nivel de seguridad, la identificación de los elementos que inciden en la misma y las medidas para resolver los problemas detectados, así como sus costos.
Por último, aseguró que el estudio tomará en cuenta aspectos relacionados con la protección de la flora y la fauna, de acuerdo con lo establecido en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y atendiendo a los requerimientos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales en materia de mitigación de impacto ambiental.
Se prevé además la utilización de equipos y sistemas electrónicos que reduzcan el uso de papel, disminuirá el empleo de material o sustancias que dañan el medio ambiente; el uso de vehículos modernos que emitan bajos índices de contaminación a la atmósfera, así como el empleo de equipos con tecnología de punta que reduzcan el consumo de energía eléctrica que se emplee durante la realización de los estudios tanto en campo como en gabinete.
QMex/bhr